Este jueves, el consejo municipal de Le Mans (Sarthe) abrió con un acalorado debate. En efecto, los ecologistas electos de la oposición habían propuesto poner las banderas a media asta con motivo del día internacional de la violencia contra las mujeres el 25 de noviembre, informa el sitio -. La mayoría no siguió esta petición, pero se comprometió.
La idea de las banderas a media asta pretendía sensibilizar a la opinión pública, pero fue rechazada. La oposición era incomprensible. Por tanto, la decisión tuvo que ser motivada por funcionarios electos. Este último consideró, pues, que este gesto simbólico no haría avanzar la causa de las mujeres.
El compromiso del alcalde de Le Mans
La teniente de alcalde, Christine Poupineau, también se defendió recordando que la ciudad de Le Mans financió y creó el espacio Gisèle Halimi que reúne a varios actores asociativos. Además, por segundo año consecutivo, la semana pasada se creó en el centro comercial Jacobins un espacio temporal que reúne a asociaciones y estructuras de acogida.
Por tanto, el alcalde, Stéphane Le Foll, no apoyó la petición de los ecologistas, pero tomó una medida muy concreta. Si bien el concejal anunció restricciones presupuestarias para muchas asociaciones, se comprometió a mantener las subvenciones para aquellas que ayudan a las mujeres víctimas de violencia.
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