En la primera fase participarán Marruecos, Mauritania y Senegal, bajo la supervisión de una empresa privada encargada del proyecto.
Marruecos prevé lanzar, a partir de 2025, licitaciones para el despliegue de las fases preliminares del proyecto del gasoducto África Atlántica que unirá Nigeria con el reino, según un documento titulado Plan de acción 2025 de la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas (ONHYM), consultado por Negocios Asharq.
Este proyecto, que afecta a dieciséis países africanos situados principalmente en la costa atlántica, tiene como objetivo conectar Nigeria con Marruecos y, por extensión, con el gasoducto Magreb-Europa y con la red europea de gas. La capacidad máxima prevista es de 30 mil millones de metros cúbicos de gas al año. Las primeras adjudicaciones se referirán a infraestructuras situadas en territorio marroquí.
Un proyecto estratégico para la integración energética africana
El gasoducto Nigeria-Marruecos cuenta con el apoyo financiero del Banco Islámico de Desarrollo y del Fondo de la OPEP para el Desarrollo Internacional, que ha contribuido a los estudios iniciales. Este proyecto, denominado Gasoducto Atlántico Africano Nigeria-Marruecos, pretende promover el acceso a la electricidad de varios países africanos, garantizar un suministro energético estable y favorecer la integración económica de los Estados afectados, que representan a más de 400 millones de habitantes.
Una primera fase que une tres países
Según el documento consultado por Negocios Asharqla primera fase afectará a Marruecos, Mauritania y Senegal. En 2025 se firmarán acuerdos específicos para el transporte de gas y se lanzarán licitaciones para la construcción del gasoducto. También se creará una empresa dedicada a supervisar las obras de construcción, así como las operaciones de operación y mantenimiento.
El recorrido de este gasoducto se extenderá a lo largo de más de 5.600 kilómetros, atravesando Benín, Togo, Ghana, Costa de Marfil, Sierra Leona, Guinea, Guinea-Bissau, Gambia, Senegal y Mauritania, antes de llegar a Marruecos. También incluirá conexiones para abastecer a países sin litoral como Níger, Burkina Faso y Mali.
Una capacidad de 30 mil millones de metros cúbicos
El proyecto ha superado varios hitos clave, incluidos estudios detallados de ruta y análisis económicos que confirmaron su viabilidad. La capacidad máxima prevista es de 30.000 millones de metros cúbicos de gas al año, de los cuales 18.000 millones se destinarán a la exportación a Europa. La inversión total necesaria asciende a unos 25.000 millones de dólares, según información proporcionada por Negocio Asharq.
ONHYM prevé la creación, a partir de 2025, de la autoridad reguladora dedicada al proyecto, así como la validación de los acuerdos entre los diferentes Estados involucrados, un paso esencial para la finalización del proyecto y la estructuración de su financiación.
Aunque la decisión final de inversión, prevista inicialmente para 2023, se ha aplazado hasta el próximo año, este retraso se explica por la necesidad de realizar estudios en profundidad y llegar a acuerdos entre las distintas autoridades reguladoras de los países atravesados. En última instancia, el gasoducto también debería permitir el transporte de hidrógeno verde, reforzando así sus objetivos de transición energética.