La oficina de transportes hace caso omiso de las críticas

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Los costes de mantenimiento supondrán dos tercios de los fondos del fondo de infraestructura ferroviaria, precisa Peter Füglistaler en una entrevista retransmitida por el NZZ am Sonntag. El resto estará disponible para desarrollo, añade. “Nadie quiere reducir estos recursos. El fondo está muy bien financiado”.

Sin embargo, existen restricciones para nuevos proyectos fuera de la prórroga aprobada por el Parlamento en el marco del concepto de suministro hasta 2035, reconoce Füglistaler. “Otros deseos para nuevos proyectos que aún no se han adoptado no serán viables hasta 2033. Sólo después de esa fecha estarán disponibles los medios financieros para futuros proyectos de ampliación”.

Falta de personal calificado

Lo que falta en primer lugar no es dinero, sino personal cualificado, continúa. “La red ferroviaria no puede soportar más obras, de lo contrario la puntualidad se verá afectada aún más. Por otro lado, todos los proyectos de ampliación ya decididos en el Parlamento son importantes.”

El director de la OFT no cree que sea necesaria una moratoria sobre los desarrollos, solicitada en particular por el ex director de SBB Benedikt Weibel. “Si hacemos esto, el transporte público pondrá en peligro su futuro. Hoy los trenes ya están llenos”, señala Füglistaler. La ampliación permitirá disponer de un 20% más de plazas y ampliar el horario, señala.

Según él, el hecho de que los viajes sean a veces un poco más lentos no es relevante teniendo en cuenta las conexiones adicionales y los trenes más modernos. “El transporte público ha aumentado su cuota de mercado cada vez que hemos ampliado la oferta”.

El aumento de la capacidad ferroviaria en una cuarta parte propuesto por el grupo de expertos de Weibel, sin desarrollo, ignora el tráfico de mercancías, señala Füglistaler. Esta capacidad adicional “resulta de la eliminación del tráfico de mercancías que sólo circula en Suiza”, añade.

Camino demasiado barato

Para pasar de la carretera al ferrocarril es necesario tener en cuenta la relación de precios, opina Füglistaler. “En términos de costes, la carretera es muy atractiva. Si no se aborda este punto, la cuota de mercado del transporte público sólo podrá crecer de forma limitada.” Una solución podría ser un sistema de tarificación por congestión, algo que, sin embargo, no tiene ninguna posibilidad política, admite.

El directivo también recomienda simplificar “masivamente” la venta de billetes de tren. Esto carece de ofertas más flexibles y ventajosas para quienes sólo utilizan el tren esporádicamente, señala, porque los billetes individuales se han vuelto “prohibitivos”.

Sin embargo, rechaza el transporte público gratuito: “Hoy en día, la movilidad es demasiado barata en todos los modos de transporte. Si queremos controlar el crecimiento del tráfico y al mismo tiempo proteger el clima, todos los modos de transporte deben encarecerse”.

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