El presupuesto es, como saben, un instrumento de política económica importante para fijar las principales direcciones en términos de ingresos y gastos.
Como también saben, hay una nueva mayoría que llegó al poder hace siete meses y que lamentablemente, por razones políticas, no pudo reestructurar el presupuesto actual mediante un colectivo presupuestario y se vio obligada a registrar sus acciones en la antigua ley de finanzas.
Esta ley de finanzas de 2025, una vez adoptada y espero que antes de finales de enero, dado un calendario muy ajustado, debería permitir finalmente a las nuevas autoridades comenzar a traducir el programa económico propuesto Visión 2050 en acciones concretas para los senegaleses. Por último, dispondremos de una hoja de ruta que permitirá hacer frente a las numerosas emergencias relacionadas con el empleo costoso, pero también con la aplicación de programas económicos eficaces.
También será una oportunidad para enviar una señal clara a los socios financieros internacionales sobre las prioridades elegidas y los métodos de financiación acordados.
Por tanto, esta etapa del examen de la ley de financiación para el ejercicio 2025 es crucial para Senegal, dados los cortos plazos que quedan para entrar en el nuevo año y teniendo en cuenta que Senegal no podrá respetarla. Esta vez el proceso normal de planificación presupuestaria puede durar meses.
Pero, afortunadamente, el artículo 68 de la Constitución de Senegal prevé, en caso de fuerza mayor, soluciones para contener el presupuesto en un plazo razonable, mediante la intervención directa del Presidente de la República mediante decreto.
Magaye Gaye, economista internacional
ex BAOD
Senegal