lLa metanización es un proceso de descomposición de la materia orgánica para transformarla en biogás. En pocas palabras, Christian Dolheguy, uno de los dos hermanos que se hicieron cargo de la explotación familiar situada en Came, lo explica en pocas palabras: “Es una reproducción del estómago de la vaca”.
Más concretamente, Frédéric Soulier, director del GRDF en el territorio de los Pirineos-Landas, compara la energía producida por el biogás con la de la madera. “En el proceso de metanización empezamos por la valorización de residuos orgánicos como estiércol, purines o sustratos vegetales. » Por tanto, este paso permite capturar CO2.
Luego, los elementos se almacenan en un tanque cerrado por una lona llamado digestor que calentará la materia prima para recuperar el biogás. Posteriormente será consumido por los hogares y las industrias. “Al igual que cuando se quema madera, la cantidad de CO2 que se libera es casi equivalente a la absorbida anteriormente, lo que produce una huella de carbono muy interesante”, concluye Frédéric Soulier.
Autonomía energética y descarbonización
Si bien para producir este biogás sólo se utiliza lo que se evapora, ¿qué debemos hacer con el resto de toda esta materia orgánica no utilizada, llamada digestato? Este es el segundo aspecto interesante de la metanización. “El 98 % de este digestato se distribuye en nuestros campos de 250 hectáreas para sustituir los fertilizantes químicos”, explica Christian Dolheguy. Incluso tenemos que comprar materias primas adicionales a otros operadores para cubrir los volúmenes. »
Los dos hermanos están satisfechos con la productividad de una empresa de este tipo: “hoy en día, nuestra explotación cubre, de media durante todo el año, el 60 % de las necesidades energéticas de los hogares del cantón de Peyrehorade”, continúa Christian Dolheguy, “y las necesidades en Los fertilizantes para nuestros cultivos están totalmente cubiertos”. Suficiente para dar ejemplo en materia de autonomía energética y descarbonización.
Los ingresos como motivación
La principal motivación que empujó a estos dos hermanos a embarcarse en tal proyecto fue diversificar los ingresos de la finca. “Empezamos a pensar en ello en 2019″. Después de los continuos aumentos del precio del ganado, Christian Dolheguy no escapó a las numerosas pérdidas de su rebaño a causa de la tuberculosis bovina. Afirma hoy que “la producción de biogás representa alrededor de un tercio de [nos] ingreso”.
La instalación de estas infraestructuras requirió una inversión de 3,5 millones de euros, subvencionados hasta un 23% por la región y Adem (Agencia de Medio Ambiente y Gestión de la Energía). GRDF, por su parte, interviene en el control de la calidad del gas que posteriormente se revende a la sociedad Save Énergie.
La digestión anaeróbica cumple el objetivo marcado por la Región de alcanzar un 30% de producción de biogás en todo el territorio neoaquitano en 2030. Hoy en día, el porcentaje ronda el 6%, lo que aún deja mucho camino por recorrer. El departamento de Pirineos Atlánticos cuenta con ocho centros de metanización, siete de ellos en Bearne.