La futura gendarmería de Bubry, en Morbihan, fue objeto de ataques hostiles la noche del 16 al 17 de noviembre de 2024. Este acto de vandalismo, que dañó una fachada recientemente renovada, plantea interrogantes sobre la impunidad de la que parece beneficiarse franja radicalizada de la extrema izquierda, cada vez más activa en Bretaña.
Lemas explícitos y fachada degradada
Las inscripciones encontradas en el edificio en construcción incluían lemas como “ACAB” (“Todos los policías son bastardos”), “No queremos policías” y una versión irónica, “Todos los gatos son hermosos” “. Estos mensajes, pintados en rojo y negro, reflejan una hostilidad explícita hacia la policía.
El edificio, destinado a albergar una brigada temporal de gendarmes a partir de 2025, acababa de renovarse la fachada. El alcalde de la localidad presentó una denuncia.
Los servicios técnicos del ayuntamiento cubrieron rápidamente las etiquetas
Las investigaciones abiertas tras estos incidentes rara vez dan lugar a condenas, lo que refuerza la sensación de impunidad. Estas acciones, a menudo atribuidas a pequeños grupos de extrema izquierda, son parte de un clima de oposición ideológica exacerbada.
Una gendarmería, respuesta directa a las peticiones de los vecinos
El establecimiento de una nueva brigada en Bubry tiene como objetivo fortalecer la seguridad local en una zona que enfrenta una creciente incivilidad y criminalidad. Este proyecto es una respuesta directa a las necesidades expresadas por los vecinos, que desean una presencia policial reforzada para disuadir actos de delincuencia.
Sin embargo, este acto de vandalismo refleja una oposición ideológica que va más allá del simple descontento local. El alcalde, Roger Thomazo, espera que las autoridades puedan identificar y castigar a los autores, al tiempo que reafirma la importancia de la gendarmería como pilar de la seguridad pública.
Foto : RD
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