El 5 de junio de 2023, el prefecto de Calvados emite una orden. Se trata de una prohibición temporal de ejercer las funciones de monitor deportivo contra dos entrenadores del club de spinning de Ouistreham. Esta prohibición tiene una duración de seis meses y conlleva el cierre del club.
Los entrenadores ya habían llevado el asunto ante la justicia administrativa basándose, en particular, en un “serias dudas sobre la legalidad de las órdenes”. Fueron escuchados y la suspensión fue levantada en julio de 2023 a la espera de que el caso fuera juzgado en cuanto al fondo. Así fue el 14 de mayo de 2024, fecha en la que el caso de uno de los dos entrenadores fue presentado ante el tribunal administrativo de Caen.
“Presiones morales y físicas”
El decreto destaca “seis testimonios que denuncian presiones morales y físicas de las que se quejaron varias niñas menores de edad”, relata la orden del tribunal administrativo. Los menores también mencionan “comportamiento inapropiado”. El alcalde de Ouistreham, Romain Bail, se puso en contacto con el servicio departamental de juventud, compromiso y deportes (SDJES) tras los informes de cuatro familias que detallaban“Gritos e insultos tras ejercicios mal realizados” y el hecho de“imponer la continuación del entrenamiento a un deportista lesionado”.
Por su parte, el educador presentó 91 testimonios individuales “de profesionales del deporte, padres de practicantes que atestiguan no haber presenciado nunca violencia psicológica u otros agravios alegados”.
La ausencia de proceso penal no convierte la orden en ilegal
El educador también señala la ausencia de proceso penal en su contra. Pero para el tribunal administrativo, es “sin impacto sobre la legalidad del decreto y sobre la posibilidad del prefecto de Calvados de basarse en los hechos materialmente observados”. Por tanto, el tribunal rechazó la petición del entrenador.
