Suiza pronto podría tener su propia constelación de satélites. Actualmente, el ejército está trabajando con una empresa privada en Ginebra para lanzar al mercado alrededor de un centenar de dispositivos en los próximos años. En enero despegará una nave espacial a bordo de un cohete Space X para realizar las primeras pruebas.
Al igual que Francia o Alemania, muchos ejércitos han desarrollado o están en proceso de desarrollar sistemas de satélites.
Una estrategia lógica, según Alexandre Vautravers, redactor jefe de la Revista Militar Suiza: “Casi todos los vehículos, todos los cazas y todos los sistemas de transmisión de datos o información están conectados por satélites. Así que si no dominas el espacio, si “No puedes controlar lo que sucede encima de tu cabeza, la mayoría de los sistemas de posicionamiento o navegación ya no funcionan”.
Los satélites pueden ahorrar una cantidad considerable de personal, que podría utilizarse para otras tareas militares.
Los satélites también son una forma de optimizar el personal: “El funcionamiento de un ejército en el campo requiere cientos, incluso miles de soldados para construir una red de comunicaciones. El uso de satélites puede ahorrar una cantidad considerable de personal, que podría usarse para otras tareas militares.
Toma el cohete corriendo
El ejército suizo no quiere quedarse atrás: actualmente colabora con la empresa WiseKey en Ginebra. Esta empresa privada de unos 150 empleados trabaja desde hace 25 años en el ámbito de la ciberseguridad. Hace tres años se lanzó al desarrollo de satélites. Ya ha puesto en órbita 17 naves espaciales que el sector privado utiliza, por ejemplo, para rastrear objetos.
Un know-how que atrajo al ejército: “Se puso en contacto con nosotros para ver si podía realizar pruebas”, informa Carlos Moreira, fundador y director de WiseKey.
Primer lanzamiento en enero
Por ello, la empresa diseñó una máquina específicamente para las necesidades militares. Pequeño y liviano, mide 15 centímetros de largo, 20 centímetros de profundidad y pesa 15 kilos. Un tamaño que esconde tecnología de punta: “Instalamos microprocesadores de nueva generación que podrían resistir el ataque de una computadora cuántica”, explica Carlos Moreira.
El lanzamiento de este dispositivo está previsto para el 16 de enero, a bordo de un cohete Space X, que despegará de California, precisa el empresario. WiseKey también planea instalar una antena, posiblemente en EPFL, para capturar datos de la estalita. En el campo, los soldados podrán acceder a él a través de teléfonos inteligentes, también desarrollados por la empresa ginebrina.
Precios a la baja
El precio de este nuevo dispositivo: 300.000 francos, diseño y lanzamiento incluidos. Un coste impensable hace apenas unos años, según Carlos Moreira.
Hace cinco años, este tipo de satélite costaba 20 millones de francos. Y los precios seguirán cayendo. Lanzar el mismo objeto en dos años costará 60.000 francos
“Hace cinco años, este tipo de satélite costaba 20 millones de francos. Y los precios seguirán bajando. Lanzar el mismo objeto dentro de dos años costará 60.000 francos. Europa pronto estará lista para lanzar satélites, lo que significa que habrá competencia con los Estados Unidos.”
Ninguna inversión militar inmediata
Por el momento, el ejército, que no ha querido concedernos ninguna entrevista, todavía no se ha metido la mano en la cartera. Está a la espera de los resultados de las pruebas: “La financiación se discutirá más adelante”, especifica Carlos Moreira.
El proyecto piloto lo financia actualmente la empresa de Ginebra, que tiene sus propios intereses: “El ejército representa un campo de investigación fenomenal. Nos permite probar la tecnología al máximo de su capacidad. Algo que tal vez no podríamos no hacer en el sector privado sector, pero el objetivo común es lanzar alrededor de un centenar de satélites. Según él, la constelación podría ponerse en órbita en 2028. ¿Y cuál sería el coste? “Entre 30 y 40 millones de francos”, responde.
Posible financiación mediante la compra de F-35.
El empresario también menciona la posibilidad de financiación mediante la compra de futuros aviones de combate F-35. Recordemos que el fabricante de estos aviones militares, el americano Lockheed Martin, se ha comprometido a gastar en total cerca de 3.000 millones de francos en cuestiones compensatorias en Suiza.
Wise Key está en la cola para conseguir una parte del pastel.
Mathieu Henderson