En Les Combes, un pequeño pueblo de pocas casas, perteneciente al municipio de Bournoncle-Saint-Pierre, el recorrido de la nueva RN 102 se vive como una bendición.
Aníbal Serrano le asegura: “Ya hay mucho menos tráfico”. Para hacer esta observación, el hombre de unos cincuenta años ni siquiera necesitó moverse. Sólo tuvo que echar un vistazo desde una de las ventanas de su casa, ubicada a menos de cinco metros al este de la ya antigua RN 102.
La tan esperada autopista del Alto Loira finalmente se abre al tráfico
Evidentemente, Aníbal Serrano está encantado por la distancia de esta vía rápida, pero “no por el ruido”. Hay que decir que antes de aterrizar en Les Combes en 2019, este guía vivía al lado del hospital de Estaing, en Clermont-Ferrand. Por eso, el ruido de las ambulancias y los helicópteros es desde hace mucho tiempo su día a día. “De hecho, lo que más me molestaba eran los camiones. La casa temblaba cada vez que pasaban y eran muchos”, asegura Aníbal Serrano, mientras señala las tejas rotas de la entrada por las vibraciones provocadas por la carga pesada. vehículos. Sin embargo, señala que compró esta propiedad de todos modos “porque no era muy cara y sabía que estaría más tranquilo con la apertura del desvío”.
Aníbal Serrano ahora podrá divertirse más tranquilamente con su Husky.
Para Enzo Chazelle y su compañera Hanae, ubicados al otro lado de la carretera, el ruido tampoco fue un problema. Hasta entonces, el suplicio consistía principalmente en entrar y salir de casa en coche. “En hora punta, ¿podíamos esperar hasta 15 minutos antes de poder cruzar? Fue frustrante porque Brioude está justo al lado”, confiesa la joven pareja.
Un problema reemplaza a otro
Si en general los habitantes de Combes están encantados con la apertura de la desviación RN 102, un hombre no está del todo convencido: Aurelio Pinheiral, cuya casa se encuentra ahora entre las dos carreteras: “A menos que 100 metros de una a otra”. Entonces se refiere a “vehículos de ambos lados, especialmente camiones grandes”. Y esa no es su única preocupación. No comprende la ausencia de vallas a lo largo de la autopista para impedir que los animales la crucen: “Habrá tragedias, seguro que si no cambian algo”.
Aurelio Pinheiral, vecino de Les Combes, ya tiene a la vista la nueva RN102.
Pero no nos equivoquemos, Aurelio Pinheiral no es de los que se quejan. “Todavía me alegro de que esta carretera vea la luz. Ayudará a limitar el tráfico en la carretera de Arvant y, por tanto, el riesgo de accidentes”, afirma este hombre que ha visto varios en los últimos 28 años. Y en cuanto al ruido, de todos modos ya tiene una solución: “¡¿Voy a cultivar mis setos?!”
Timothé Soulié
France