“Cuando construimos un carril bici (entre 400.000 y 500.000 euros, según el elegido), rehacemos una nueva carretera”, responde André Coënt. Tres metros de ancho, vías para ciclismo, protección, etc. Si no se crea un carril bici adecuado a lo largo de una carretera principal, la gente no lo utilizará porque no es seguro. No podemos hacer bricolaje, el departamento no cederá en eso. Y si no tenemos todos los criterios previstos para un carril bici, a veces tenemos que comprar terrenos, como es el caso entre Mabiliès y Lannion o entre Lannion y Pleumeur-Bodou.
¿A riesgo de posponer indefinidamente cualquier desarrollo? “Podríamos tardar varios años”, admite el también alcalde de Plouzélambre. “Pero no nos rendimos”. De Lannion a Pleumeur-Bodou, el departamento será el director del proyecto, aunque ello implique comprar terrenos si es necesario. Podría haber “disputas, expropiaciones (…) Si hacemos bricolaje, cualquier ciclista podría volverse contra el presidente del departamento” en caso de accidente. El electo cree incluso que el marco que emanará de París a través de la Dirección General de Transportes “será mucho más restrictivo que el nuestro”.
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