El martes 12 de noviembre de 2024, el tribunal judicial de Laval (Mayenne) investigó un nuevo caso de violencia doméstica.
Los hechos tuvieron lugar en el domicilio conyugal, en la zona de Laval, durante más de dos años, antes de que la esposa decidiera presentar nuevamente una denuncia por violencia y amenazas de muerte. Ella denunció la violencia en 2020. Su marido fue condenado por el mismo tribunal.
Una mañana de junio, después de haber sido sacada violentamente de la cama y haber recibido golpes, la esposa llamó a la gendarmería mientras se refugiaba en su coche.
Cuando llegaron, la policía encontró al padre de los 3 niños delante del coche. Insulta a su esposa. La esposa explica que el comportamiento de su marido la está llevando psicológicamente al límite. Agrega que él es infiel pero celoso. Duerme fuera, comenta su ropa, la critica por sus escotes.
Durante una discusión anterior, un golpe propinado por el acusado en la cara a su esposa le rompió la nariz. En otra ocasión le arrojó un cuchillo y le dijo: “ Te mataré, los niños ya no tendrán madre.. » Se lesiona el dedo, lo que requerirá cirugía seguida de incapacidad laboral total durante 10 días.
“Ya no eres mi hijo”
Su hijo mayor, de 9 años, fue entrevistado y declaró: “ Un día llamé a la policía porque papá golpeó a mamá. » El niño precisa que después de eso, su padre lo rechazó durante 3 días diciendo: “ ya no eres mi hijo. » Y añade: “ Cuando grita, tengo miedo. A veces me insulta y también me pega, estoy triste y aterrorizada. »
En el tribunal, el acusado simplemente reconoce los argumentos. Termina aceptando los empujones pero niega haber golpeado y lo minimiza.
El abogado de la parte civil precisa: “ Esta violencia se cometió en presencia de niños que sufrieron enormemente por esta situación. »
El fiscal considera que el imputado comparecía por haber sido “ un tirano doméstico durante más de 2 años. No reconoce los delitos, por graves que sean, de los que se le acusa”.
“Palabra contra palabra”
El abogado defensor solicita la absolución por los actos de violencia con arma blanca, la fractura de nariz y las amenazas de muerte, alegando que “ es palabra contra palabra, la duda debe beneficiarlo”.
El tribunal lo absolvió de la amenaza de muerte, pero lo condenó por los demás delitos a 12 meses de prisión bajo pulsera electrónica, incluidos 6 meses con una suspensión de prueba de 2 años. Tiene la obligación de cuidar, tiene prohibido contactar a la víctima y presentarse en su domicilio.