Los fieles se van concentrando poco a poco en la plaza frente a la imponente iglesia de Saint-Martin. Este lunes por la mañana, este edificio situado en su promontorio rocoso que domina el pueblo de Herenciaes casi demasiado pequeño para dar cabida a las multitudes que acuden allí religiosamente. Compañeros de toda la isla, familias llegadas de todos los rincones de Córcega para asistir a esta celebración que, cada 11 de noviembre, toma el aspecto de una romería en el pueblo vitivinícola de Conca d’Oru.
En el coro, alrededor de los cantores de la Cunfraterna San Martinu, los cohermanos acudieron en gran número para dar el esplendor necesario a este día. “puesto bajo el signo de compartir”dice el abad Benoît Sawadogo.
Un itinerario tras las huellas de San Martín
Una vez celebrada la misa, los fieles se dirigen hacia el teatro verde, siguiendo los pasos de la estatua de San Martín, llevada en brazos de hombres al ritmo de laSaludos Martín. Fue aquí, ante una multitud inconmensurable y en el silencio de una catedral, donde los funcionarios leyeron en voz alta los nombres de los niños del pueblo que cayeron en combate durante la Gran Guerra, para perpetuar el deber esencial de la memoria; “Estos hombres que murieron por la libertad y que, como San Martinu, nos enseñan fuertes valores de solidaridad y fraternidad”insiste, de cara a la multitud, Jean-Baptiste Arena, alcalde de Patrimoniu.
Honrado cada 11 de noviembre, fecha de su entierro, San Martín, obispo de Tours, es venerado desde hace dieciséis siglos. El Misericordioso, que fue oficial del ejército romano, es también protector de los lugares de producción agraria. San Martinu se ha convertido en un lugar de encuentro ineludible para convivir en torno al vino nuevo. Más allá de las festividades, con el paso de los años el evento se ha convertido en un gran escaparate que pone de relieve la denominación de origen de vino más antigua de Córcega, fundada en 1968.
De Bearn, País Vasco o Beaujolais
“Es un encuentro imprescindible para dar a conocer nuestro saber hacer, estimado Marie-Françoise Devichi, presidenta de AOP Patrimoniu. Esto nos permite conocer gente y establecer vínculos más estrechos con otros actores de la industria del vino”.
Algunos vinieron de muy lejos. Del Bearn, del País Vasco o del Beaujolais. La cofradía báquica de Patrimonio trabaja con rigor para mantener esta tierra vitivinícola, menos católica pero igual de divina, compartiendo, más que el fruto de su tierra, la filosofía que impulsa su viñedo.
Los dos patrocinadores de esta añada 2024 forman parte inevitablemente de esta tradición. Dos personalidades de elección: el cocinero napolitano Alba Pezoneescritora, defiende una cocina comprometida, y una figura local, Christian Andreaniartesano de la Vía San Martínvariación de la Via Sancti Martini. Inaugurado el 20 de junio, el primer tramo corso de esta ruta cultural europea, una peregrinación de 2.500 kilómetros por 14 países, promueve el turismo sostenible en torno a la figura de San Martín.
“Es un personaje emblemático de los territorios ruralesexplicar Christian Andreani. Córcega tiene un rico patrimonio martiniano, registrado en 111 municipios. Su objetivo es ocupar un lugar privilegiado en la red de rutas culturales del Mediterráneo y construir una forma de turismo, centrada en el patrimonio de nuestros territorios, para contar 1700 años de historia y de compartir.”
Un compartir que es también el del vino nuevo. Este año no se ha realizado la tradicional perforación de la barrica de vino bendito. Un gran tarro moldeado por el ceramista. Julien TruchoVino a sustituir el viejo barril de madera. Una muestra de que Patrimonio no es sólo tierra de viticultores, también es cuna de artistas. Como diría de Musset, qué importa la botella con tal de emborracharte.