Reunión en la encrucijada de la innovación

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La 3ª Bienal Internacional de Arquitectura Tropical (BIAT 2024) reunió en el Puerto a especialistas y pensadores de los cuatro rincones del mundo, del 5 al 7 de noviembre, para discutir el tema “Prácticas proyectuales alternativas en ambientes tropicales”. Con el apoyo de la Escuela de Arquitectura de la Reunión, esta bienal destaca soluciones arquitectónicas y de planificación urbana respetuosas con el medio ambiente, diseñadas específicamente para las regiones tropicales. Bajo la dirección de la arquitecta ecuatoriana María Samaniego, BIAT 2024 se convierte en un espacio privilegiado de intercambio y reflexión, promoviendo enfoques creativos y responsables para responder a los desafíos ecológicos y sociales propios de las zonas intertropicales.

Arquitectura tropical: sostenibilidad y consideración de la identidad cultural.

El concepto de “prácticas alternativas” estuvo en el centro de las intervenciones de esta edición, que cuestiona la capacidad de los proyectos arquitectónicos para integrar la sostenibilidad, la biodiversidad y las cuestiones sociales en sus enfoques. Estas prácticas favorecen el uso de materiales locales, métodos constructivos con baja huella de carbono y diseños bioclimáticos adaptados a las condiciones tropicales. Philippe Madec, pionero francés de la arquitectura sostenible, subraya que “cada proyecto es una oportunidad para redefinir nuestra relación con la naturaleza, particularmente en los contextos frágiles de las regiones tropicales”.

Más allá de los enfoques técnicos, esta bienal también aboga por una arquitectura alimentada por la identidad cultural local, reintegrando conocimientos ancestrales a menudo descartados en favor de soluciones importadas. Kevin O’Brien, arquitecto australiano y figura de la iniciativa “Designing with Country”, propone redefinir el diseño arquitectónico basándose en los conocimientos de las comunidades indígenas de Australia. Para él, “la arquitectura debe ser ante todo una respuesta a las particularidades del territorio y a las prácticas culturales locales”.

Proyectos que aportan soluciones sostenibles

Varios proyectos presentados durante el BIAT ilustraron la riqueza y el ingenio de las prácticas arquitectónicas adaptadas a los trópicos. En Ecuador, el arquitecto Javier Mera ofrece BIOM, un innovador material aislante elaborado a partir de paja de arroz reciclada. Diseñado para sustituir al hormigón, ofrece una solución ecológica al reducir las emisiones de CO2, al tiempo que mejora el confort térmico de los edificios. Esta innovación promueve una economía circular local y responde a las especificidades climáticas de las zonas tropicales.

En Reunión, el paisajista Sébastien Clément presentó el parque UFR Santé en Saint-Pierre. Este proyecto bioclimático combina edificios y jardines temáticos que enriquecen la biodiversidad local, creando un ecosistema real en un espacio educativo. Los senderos verdes, que utilizan plantas nativas, promueven la interacción sensorial con la naturaleza, ilustrando así un enfoque holístico donde la arquitectura y el paisaje se unen.

Por su parte, el proyecto “VAN DAN VIL” de la agencia abitē en Martinica muestra cómo la restauración de edificios históricos en el centro de la ciudad puede revitalizar el patrimonio y satisfacer las necesidades contemporáneas. Al transformar edificios en espacios de coworking y viviendas eco-responsables, este proyecto promueve la arquitectura local al tiempo que ofrece una respuesta concreta a los desafíos de la urbanización y la desocupación en los centros urbanos.

Hacia una arquitectura responsable y comprometida

La arquitectura tropical encuentra en esta bienal un espacio único de reflexión sobre la manera de combinar el respeto por el medio ambiente, la identidad cultural y el bienestar de los residentes. Los arquitectos, paisajistas y urbanistas reunidos en el Puerto coinciden en la necesidad de pensar en los edificios no sólo como espacios habitables, sino como ecosistemas capaces de interactuar positivamente con su entorno.

Al concluir la bienal, se subrayó la importancia de un enfoque compartido y colaborativo: las soluciones para un futuro sostenible requerirán un intercambio permanente entre expertos, ciudadanos y tomadores de decisiones locales. María Samaniego resume el espíritu de este BIAT afirmando que “la arquitectura tropical es mucho más que una respuesta climática; es un acto de reconciliación con nuestro entorno”.

Si bien el calentamiento global intensifica los desafíos de las regiones tropicales, BIAT 2024 demuestra que existen soluciones, ancladas en las realidades locales y que conducen a un futuro sostenible.

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