Desde que la avenida Gambetta en el distrito 20 de París se convirtió en un solo sentido, la calle Orfila ha servido como ruta de transferencia. Los vecinos se quejan del riesgo de accidentes y han enviado una petición al ayuntamiento.
Cuatro años después de la introducción de un nuevo plan de tráfico para la avenida Gambetta en el distrito 20 de París, los vecinos se quejan periódicamente de sus consecuencias. Esta vez, son los vecinos de la calle Orfila quienes dan un paso al frente.
Esta calle paralela a la Avenue Gambetta es ahora popular entre los automovilistas que desean llegar a la Place Gambetta desde la estación de metro Pelleport.
“Ningún coche, excepto los vehículos de servicio, puede circular por la avenida Gambetta. Por lo tanto, quienes suben por la calle Pelleport se ven obligados a pasar a toda velocidad por la calle Orfila”, explica Eshan Nauzeer, gerente del restaurante La Confident, al micrófono de Eshan Nauzeer. BFM París Isla de Francia. “Desde que cambiaron el sentido del tráfico, pusieron un paso de peatones justo enfrente y no hay ningún badén”.
Se ha lanzado una petición
Una joven residente, Sasha, cuenta cómo casi la atropella un automovilista. “Fue justo aquí, en el paso de peatones naranja. El coche venía muy rápido así que no me vio, estaba realmente en medio de la carretera. En el último momento me vio, así que casi paso por “Me asusté mucho, ella me insultó, bajó la ventanilla, básicamente fue culpa mía”, dice.
“El área es pequeña, los autos ocupan toda la calle, además se estaciona al azar. Los contenedores de basura ya ni siquiera se recogen porque los autos se estacionan al azar”, agrega la joven.
Un vecino lanzó una petición que recogió alrededor de sesenta firmas para exigir un cambio y seguridad para este tramo. Fue enviado al ayuntamiento.
“Recibimos la solicitud de la persona que lanzó la petición. Estamos estudiando otras opciones, incluido cambiar el sentido del tráfico”, afirma Éric Pliez, alcalde del distrito 20 de París, a BFM Paris Île-de-France.
Laura Berlioz y Adel Abderrahim con Florent Bascoul