En 2006, Olivier Poirier descubrió la forma de vida y de trabajo de los “ranchers” en Texas, desde entonces trabaja a caballo en medio de su rebaño de vacas lecheras o Angus.
La familia de Olivier Poirier reside desde principios del siglo XX en Surin, en el sur de Viena. ¿Trabajamos a caballo en esa época? Probablemente, como en todas partes de Francia, su familia siempre le advirtió contra los caballos, de los que debía tener cuidado. Una desconfianza que se remonta al trágico accidente que le costó la vida a un tío abuelo, un hombre muy querido, que murió delante de un caballo de tiro. Pero el miedo no evita el peligro, afirma Olivier, de 58 años, con una sonrisa.
Y además un caballo es elegante. Tenía amigos que montaban a caballo en películas del oeste y pensé que era genial.
Lo que sorprende inmediatamente al llegar a la finca es este pórtico inglés y este asta sobre el que ondea una bandera. ¿Qué es esta bandera? ¡El de Texas!
¿Es rentable trabajar a caballo? La cuestión económica no es el motor de esta elección, pero pensándolo bien, un buen caballo que funciona bien aumenta su valor en unos años mientras que un quad pierde valor al mismo tiempo. Los caballos que trabajan aquí son cuartos de milla. Todo el mundo monta a caballo y Sandra, su pareja, que es enfermera privada, realiza cursos de formación para aprender a trabajar con su caballo. Su pasión por los caballos le viene de su abuelo y una de sus hijas trabaja con Olivier. Los barrios participan periódicamente en concursos que ponen de relieve el entendimiento entre el ganadero y el animal.
Sandra habla de caballos que saben “leer” una vaca, reconocer su comportamiento y anticiparse a él.
Por su parte, Olivier habla del caballo del rancho como de un muy buen compañero de trabajo, un amigo.
Educar a un caballo para este tipo de trabajos es enseñarle a convertirse en un depredador, es al mismo tiempo anclar en las cabezas de ganado que en cuanto a velocidad el caballo siempre será el más fuerte.
En la granja Cèdre de Surin hay 70 vacas lecheras, 30 madres Angus, 16 caballos y también algunos perros. Entre los Angus hay un toro estrella porque ostenta el título de campeón de Francia, título que será puesto en duda con motivo de La Ferme S’invite 2024. Un título que enorgullece al ganadero Olivier Poirier.
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