Ante una preocupante sequía, España se inspira en las estrategias marroquíes para garantizar su suministro de agua. En Cataluña, el gobierno planea construir una nueva planta desaladora, un modelo inspirado en las infraestructuras desarrolladas en Marruecos para responder a la crisis del agua.
En España, la escasez de agua se está convirtiendo en un problema importante, particularmente en las regiones de Cataluña y Andalucía, donde las precipitaciones son cada vez más escasas. Para contrarrestar esta amenaza, las autoridades españolas planean reproducir las soluciones ya implementadas por su vecino marroquí. Marruecos, que se enfrenta a condiciones similares desde hace años, ha desplegado un conjunto de estrategias eficaces para gestionar sus recursos hídricos, como la construcción de plantas desalinizadoras y la siembra de nubes para generar lluvia.
En junio pasado, Marruecos inició la construcción de la planta desalinizadora más grande de África en la provincia de El Jadida, con una capacidad de producción anual prevista de 300 millones de metros cúbicos para atender a alrededor de 7,5 millones de habitantes. Inspirándose en este enfoque, Cataluña, a su vez, planea ampliar su infraestructura de desalación, con el objetivo de reforzar la seguridad hídrica de sus habitantes.