Interviniendo en un contexto marcado por la trayectoria irreversible marcada por el Rey Mohammed VI en la cuestión de la integridad territorial del Reino, la resolución 2756, recién adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU, se inscribe en un espíritu que converge con las expectativas de Marruecos.
El apoyo expresado por un número creciente de países influyentes al carácter marroquí del Sáhara, así como el de dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos y Francia, preserva los logros de Marruecos en materia de resolución del conflicto marroquí Cuestión del Sáhara. En este sentido, el Consejo acogió con satisfacción el impulso que está experimentando esta cuestión a nivel internacional.
Además, el nuevo texto establece el marco, las partes y el propósito del proceso político. En este sentido, el Consejo de Seguridad recuerda que la reactivación de las mesas redondas es el único marco para lograr una solución política al diferendo regional sobre el Sáhara marroquí.
Claramente identificada por el Consejo, Argelia es citada tantas veces como Marruecos como parte en el conflicto. Mientras que este último siempre utiliza su doble juego, y no reconoce, al menos expresamente, que está involucrado en este asunto. Sin embargo, y de manera inequívoca, el Consejo de Seguridad reafirma que la solución política sólo puede ser realista, pragmática, duradera y basada en el compromiso. En otras palabras, una resolución que consagra plenamente los elementos cardinales de la Iniciativa Marroquí de Autonomía y, además, enfrenta a Argelia con sus contradicciones en relación con su supuesto respeto de la legalidad internacional y de los derechos humanos. Así, el Consejo de Seguridad desautoriza a la parte argelina, de hecho aislada en el seno del órgano ejecutivo de la ONU.
Morocco