Cuando la dulzura juega horas extras. Buen tiempo, sol y cielo azul: este es el cóctel para finalizar la festividad de Todos los Santos en el suroeste. Desde el jueves y hasta el domingo, el termómetro marca 22 grados en Gironda. Y en la costa del Médoc, en el corazón de “La pequeña California francesa“, el Porge Océan ofrece a los veraneantes de Todos los Santos una playa natural de arena fina, dunas doradas y magníficas olas (que, al menos, se pueden domar con un traje de neopreno). Flota allí como un aroma de verano indio para los turistas franceses y extranjeros, así como para asiduos locales.
Un bizcocho en una mano y un cuchillo pequeño en la otra. Clément se atiene a su definición de felicidad. “Me hago un pedacito de mantequilla salada. Estamos en Porge, en el camping, con la familia y allí preparamos el desayuno.“, explica este profesor que no viene de Bretaña sino de Saboya con su pareja, la niñera, y sus hijos Titouan y Malo. “Nos hicimos amigos”.dice el mayor.
Amigos como en la furgoneta de al lado matriculada en Alemania. “Buen día“, dicen Stefan y Christine. “Es genial tener este hermoso clima sin demasiada gente, nos encanta la playa, el estilo de vida tranquilo de la zona. ¡Realmente lo estamos pasando bien!
Un final de temporada inesperado para el camping municipal de La Grigne du Porge Océan. En la recepción, Maud recibe a los turistas disfrazados de bruja.Halloween obliga”. “Hay que reconocer que el mes de octubre fue un poco más indulgente que el de septiembre. Y ahí, hasta esta misma mañana, tenemos reserva para llegar mañana a acampar por la noche para una autocaravana. Y este fin de semana, tenemos varios “Las casas rurales que estaban reservadas hace unos días, por lo que las fiestas de Todos los Santos y el buen tiempo son un buen cóctel”. El camping cierra sus puertas este domingo porque, como recuerda Titouan sin sonreír, “¡El regreso a clases es el lunes!”
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