Las tormentas solares ocurren durante las erupciones en la superficie del Sol. Cuando el plasma que desprende llega a la superficie de la Tierra, puede provocar una tormenta geomagnética y entonces podremos ver la aurora boreal.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos predice que la tormenta geomagnética del viernes podría ser la más fuerte en casi 20 años. Las tormentas geomagnéticas no son anormales, pero ésta tendría el potencial de alcanzar una intensidad que no se había visto desde hace mucho tiempo, según la agencia estadounidense.
Desde el miércoles, los científicos han observado una serie de eyecciones de plasma procedentes de la corona solar. Este plasma, un gas compuesto por electrones y protones, interactúa con el campo magnético de la Tierra cuando llega a él.
Kyle Reiter, analista de clima espacial de Natural Resources Canada, espera ver 4 o 5 de estas eyecciones llegar a la Tierra este fin de semana.
Las auroras boreales podrían entonces ser visibles en casi todas partes de Canadá, incluso en regiones donde casi nunca las ven.
También provocará interrupciones en aspectos como las comunicaciones por radio de alta frecuencia en la aviación. También es posible que esto pueda causar que el voltaje en las redes eléctricas fluctúe,
dice Kyle Reiter.
Las fluctuaciones magnéticas también podrían alterar levemente las señales de los satélites, lo que significa que los sistemas GPS podrían experimentar problemas durante este tiempo.
En 1989, una tormenta geomagnética provocó un apagón generalizado de nueve horas en Quebec. Kyle Reiter señala, sin embargo, que la tecnología y el seguimiento de la meteorología espacial han avanzado mucho desde entonces.
También señala que la intensidad de la tormenta es difícil de predecir y que depende en gran medida del momento exacto de llegada de las proyecciones de plasma y de la fluctuación de sus campos magnéticos.