Acompañado por el subprefecto de Alès, Émile Soumbo, un agente de Protección de la Población recorrió las dieciséis bodegas para comprobar las condiciones higiénicas de lo que se vende. De las diez ya visitadas, el agente estatal sólo tuvo que hacer recomendaciones a una asociación. Es posible que no se abra otra bodega.
Protegido por un traje, Yannick Vauthier, de Protección de la Población, recorre las dieciséis bodegas autorizadas por el Ayuntamiento. Con mucha atención en las fechas de caducidad, pero sobre todo respetando las cadenas de frío y calor.
“Las reuniones preparatorias previas con las asociaciones delinearon las instrucciones”, confiesa Yannick Vauthier. Lo que no impide que a una bodega de la plaza Barbusse se le deniegue la autorización para abrir por la mañana, confió el jefe adjunto del gabinete del alcalde, Marian Mirabello.
“Desde esta mañana, a las 10.30 horas, se han controlado una decena de bodegas y un establecimiento sedentario”, confió Yannick Vauthier a media tarde. solo uno presentado “no hay buenas prácticas de higiene”. Quince kilos de carne molida acabaron en el contenedor de basura. Para el bienestar de la flora intestinal de los fiesteros…
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