Suiza se juega el pellejo en la Liga de las Naciones este sábado en Leskovac (20:45 horas). El tercer acto de Serbia – Suiza corre el riesgo de ser tan feroz como los dos primeros en Kaliningrado y Doha.
Derrotada por Dinamarca y España, Suiza no puede permitirse una tercera derrota consecutiva en esta fase de grupos de la Liga de Naciones. Sería prácticamente sinónimo de descenso a la Liga B aunque el precedente de 2022 sea la excepción que confirma la regla. Suiza había asegurado su supervivencia a costa de la República Checa después de perder sus tres primeros partidos.
Después de haber sido dominada por Suiza durante los dos últimos Mundiales, Serbia se queda en una Eurocopa 2024 fallida con una eliminación vergonzosa en primera ronda. A pesar del talento de sus individuos, los serbios nunca dejan de decepcionar.
Jugadores en la parrilla
Suiza, por el contrario, se ganó muchos corazones este verano en Alemania. En Leskovac, sin embargo, hay que perdonar a Murat Yakin y sus jugadores por las dos derrotas de septiembre. Sin Yann Sommer, sin Fabian Schär y sin Xherdan Shaqiri, tres jugadores que –aún– no han sido realmente sustituidos, los suizos tendrán que levantar el cursor.
Pensemos en primer lugar en Gregor Kobel, que aún encajó seis goles en sus dos primeros partidos como número uno. También en Nico Elvedi, que no habría recuperado la titularidad el sábado si Denis Zakaria hubiera podido mantener su puesto. A Zeki Amdouni, a quien Murat Yakin tiene en gran estima y que realmente debe afirmarse como, al igual que Xherdan Shaqiri, un jugador capaz de jugar entre líneas para provocar desequilibrios. Y finalmente a Breel Embolo, cuya actuación en Copenhague fue demasiado angustiosa para ser verdad…
/ATS
