“Actualmente sólo hablamos de ataques DDoS, pero necesitamos mirar las cosas de manera más amplia. Nuestro gobierno no está invirtiendo lo suficiente en ciberseguridad. Y esto también forma parte de la resiliencia nacional”, subraya David Criekemans.
Durante un ataque DDoS, los servidores se saturan de solicitudes, lo que los hace inaccesibles para los usuarios. Sin embargo, los piratas informáticos no pueden robar datos de esta manera. Por lo tanto, estos ataques no son muy peligrosos, según la CCB.
Los sitios de las ciudades de Lieja y Herstal, a su vez, son objeto de un ciberataque
“Es cierto, pero se refieren al eslabón más débil: cada vez más autoridades locales utilizan aplicaciones en línea. No podemos excluir que los ataques se vuelvan más sofisticados en el futuro. Nuestros puertos también parecen más vulnerables de lo que pensábamos”, continúa el profesor de la Universidad de Amberes.
“No es suficiente”
Por lo tanto, Criekemans insta a las autoridades a que se tomen en serio esta amenaza. “A nivel flamenco a veces tenemos la impresión de que se trata de un asunto federal. El ejército está en proceso de crear un componente cibernético, pero no es suficiente”, explica.
Los Estados bálticos han enfrentado ataques cibernéticos de grupos vinculados a Rusia durante mucho más tiempo que Bélgica. “Cada crisis representa una oportunidad. Ahora están muy avanzados en este ámbito y también tienen un sector empresarial activo en seguridad digital. No es sólo un costo. Al unir nuestros conocimientos, también podemos ganar económicamente”.