¡Mi querido Less, cómo extrañamos tu voz y tu pluma! Por Alfa Amadou SY

¡Mi querido Less, cómo extrañamos tu voz y tu pluma! Por Alfa Amadou SY
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Ya ha pasado un año desde que dejaste a tus oyentes, a tus lectores, a tus amigos, a tus compañeros y a tu familia. ¡No porque te hayan sorprendido faltando cortesía y respeto, sino por el decreto divino que venció tu determinación de dominar tu enfermedad!

¡Algunos de tus compatriotas tuvieron que expresar su pesar por no haberte rendido el homenaje que merecías durante tu vida! Quizás quisieron viajar para honrar con su presencia esta memorable ceremonia del 25 de junio de 2022, convirtiéndolo en Patrocinador de la 15ª Promoción del Programa de Liderazgo Político 2021 bajo el auspicio de la Fundación Friedrich-Ebert Pero con su cultura del borrado y su lejos de los honores la información prácticamente ha sido destilada.

Pero, afortunadamente ! Aunque sólo sea para formular a Jean Paul Sartre la excepción que confirma la regla: ¡recordado a Dios, no fuiste, sin embargo, presa de los vivos!

El día después de su muerte, el Presidente de la República, Macky Sall, al recibir la lista de quejas del Sindicato de Profesionales de la Información y la Comunicación, tomó esta medida que alivió el dolor de más de un senegalés: la CESTI llevará ahora su nombre. Y para demostrar aún más su papel de brújula de la profesión, sus pares eligieron, pocas semanas después del reconocimiento de la Nación, dar su nombre a su flamante ciudad, ubicada en Thiéo, en la comunidad de Notto Diobass.

Sin embargo, querido Less, estas medidas, aunque importantes, no pueden ser suficientes para marcar tu presencia entre nosotros. Y esto está en su herencia declinada en términos de elegancia de expresión, delicadeza en el análisis y inclinación por la elaboración teórica.

Y como no tengo la experiencia ni el espacio para hablar de todo su trabajo, me limitaré a algunos casos ilustrativos.

La primera se refiere a su reacción ante el juicio contra la prensa. Entonces, a la pregunta formulada por uno de sus jóvenes colegas durante la ceremonia de patrocinio mencionada anteriormente, su respuesta fue:

“Siempre ha habido periodistas más favorables al poder que a la oposición o viceversa. Y esto nos trajo abucheos e insultos a todos nosotros. Esta crítica siempre ha existido. Ahora lo nuevo es que son los propios periodistas quienes repiten los prejuicios sobre ellos. »

Para apreciar plenamente su afirmación, corresponde revelar que no se trata sólo de la postura de un periodista al final de su carrera, cariñosamente llamado Pa Less, sino que se trata de una cuestión de fidelidad a los principios rectores que el joven periodista que Supo hacerlo suyo desde el inicio de su carrera. Como prueba, este agudo análisis sirvió a los políticos irritados por el desarrollo de “un polo de poder que sólo obtiene su fuerza del modo en que cumple su misión y del respeto escrupuloso con el que observa las reglas éticas”. palabras:

“Oh, claro, hay verdaderos gánsteres en el microcosmos del periodismo senegalés, pero hay tres o cuatro titulares cuyo comportamiento y seriedad inspiran respeto, incluso por parte de las mentes más suspicaces. No se puede decir lo mismo de la política, donde la única regla consiste en violar – eludirlas hábilmente – las reglas establecidas, proclamando al mismo tiempo la propia probidad y el apego a la legalidad.

Es cierto que a través de esta posición imbuida de audacia y perspicacia brilla todo el espíritu de una nueva era que sepultaría con su hermosa muerte el monolitismo mediático heredado de la perniciosa cultura del partido único. Y esta lucha se llevó a cabo con abnegación y coherencia, la compartiste con tus mayores, tus promociones y tus cadetes, entre ellos Babacar Touré, Sidy Lamine Niass, Abdoulaye Ndiaga Sylla e Ibrahima Fall.

El segundo caso ilustrativo lo extraeré de una de sus columnas relevantes de enero de 1993. Los impasses a los que había conducido la democratización en el África negra le habían inspirado a esta reflexión:

“Existe un problema africano, casi existencial, que reside en una gran dificultad o incluso una virtual imposibilidad de vivir en armonía con valores que, en general, tienen su origen en Europa. Como estos árboles de Navidad trasplantados desde este mismo continente, sólo para que sirvan de decoro pero sin llegar a echar raíces”.

La importancia de esta metáfora organicista es que señala esta perversión que consiste en pensar el modelo democrático fuera de la verdadera historia de los pueblos en cuestión. Al hacerlo, el advenimiento de la democratización se produjo en un modo de injerto que rechaza la realidad africana como lo haría cualquier organismo con cualquier cuerpo extraño.

Treinta años después, tus palabras siguen ardiendo hoy. Casi todos los países africanos francófonos atraviesan formidables zonas de turbulencia. Y los Estados han llegado a cuestionar el proyecto democrático. Su propio país iba a ser arrastrado por una terrible tormenta política.

Y si hoy puedo dirigirles con toda tranquilidad esta correspondencia de ultratumba es porque, además del espíritu republicano que ha animado las distintas instituciones del país, el redescubierto sentido de la responsabilidad de los políticos y la profesionalidad de sus pares , los ciudadanos votantes confirmaron su certeza de que la roca Tarpeya está siempre cerca de las urnas.

Y si, como los árboles de Navidad, la democracia tiene dificultades para arraigarse en África, se debe menos a la incapacidad del pueblo africano que a la notoria incapacidad de las clases dominantes que viven de los ingresos para apropiarse del proyecto republicano.

Como prueba de ello, la inmensa mayoría del pueblo senegalés, incluso víctimas de una falta de educación cívica de la que son responsables el Estado, las organizaciones políticas y la sociedad civil, se expresó claramente a través de las urnas. ¡Había que ver con qué madurez y sin instrucciones de voto habían decidido combinar la elección presidencial con el pasado!

Además, es justo subrayar que, en la configuración política de , en vísperas de las elecciones legislativas, ustedes ya habían percibido las señales de alerta del colapso del dique que constituye su país. Además, a la luz de la vieja sabiduría africana y de su respetable experiencia, ¿advirtió usted a sus conciudadanos:

“…Veo que la locura es mayor esta vez. (…) Si entre el polvo y el delirio vamos a las urnas insultándonos y golpeándonos, (no lograremos el resultado de las urnas), es decir la legitimidad popular (…) Hay que frenar el paso y hablar entre nosotros, porque lo que debe estar en el centro de nuestras preocupaciones es el viejo Senegal. Todos venimos de un país donde la sabiduría recomienda volver al lugar de donde venimos si ya no sabemos adónde vamos”

¡Pobre de mí! Esta seria advertencia, como tantas otras formuladas por observadores informados, no recibió el eco que merecía. En este sentido, ¡usted no fue sólo un docente dotado de comunicación, ni un periodista integral sino un intelectual que utilizaba una grilla de lectura lo suficientemente eficiente como para alertar y prevenir!

Querido Less, hasta tu último aliento insististe en cumplir tu tarea generacional, para citar a Frantz Fanon. ¡Seguiste siendo al mismo tiempo el centinela y la brújula!

Y si Senegal quiere comprometerse decididamente con la perspectiva de dejar de divertirse con el fuego, deberá, entre otras cosas, organizar talleres y conferencias para apropiarse de los conocimientos y del saber hacer de sus hijas e hijos.

Querido Less, estoy tanto más convencido de este imperativo cuanto que la exigencia es más que fuerte entre tus jóvenes colegas, que también respetan y admiran el modesto servidor que has sido, Pa Less. Para convencerse de ello, recuerde que aquella tarde de su patrocinio mencionada anteriormente, tuvimos que apartarlo de su negocio porque sus preguntas eran numerosas y relevantes. Pero está claro que tu voluntad, que nunca dejaba de responder a sus preguntas, era inversamente proporcional a tus capacidades físicas.

Este encuentro, creo, ha sido vuestra última aparición pública, al menos el último banquete ofrecido generosamente a todos aquellos que no se cansan de escucharos y de leeros y que, hoy más que nunca, os llevan en el corazón. ¡Adiós amigo! ¡Que Firdaws sea tu lugar de descanso final!

Alfa Amadou SY autor, entre otros, de El espacio político del África francófona (veinticinco años después de la Cumbre de La Baule), París, éditions l’harmattan, 2017, Prefacio de Mame Less Camara

Aléjate de tus jóvenes colegas tan respetuosos como admiradores porque sabía que tu deseo de responder a sus numerosas y pertinentes preguntas superaba con creces tus capacidades físicas.

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