Las inundaciones que han azotado a Camerún en los últimos meses han causado pérdidas de vidas y enormes daños materiales. Las personas afectadas por las mortales inundaciones en el departamento de Mayo-Danay, en el norte de este país, necesitan apoyo, declaró la Conferencia Episcopal Nacional de Camerún (CENC). Como Caritas no puede responder a todas las solicitudes, los obispos invitan a todas las parroquias a organizar una colecta el domingo 6 de octubre.
Gaudence Nininahase – Ciudad del Vaticano
En un comunicado emitido el jueves 26 de septiembre, Mons. Andrew Nkea, presidente de la CENC, recomendó que se organizara una colecta especial en todas las parroquias. “Solicitamos que se organice una colecta el domingo 6 de octubre en todas las parroquias de nuestras diferentes diócesis“, dijo. Refiriéndose a las sugerencias de Mons. Damasezinga Atangana, presidente de la Comisión Episcopal para la Educación Católica, Mons. Fuanya también instó a todos los establecimientos católicos a hacer lo mismo durante la primera semana de octubre.
Los miembros de la CENC invitaron a todos los católicos y personas de buena voluntad a mostrar generosidad y caridad hacia las víctimas, aportando sus contribuciones durante la colecta. Mons. Samuel Kleda, arzobispo de Douala, lanzó un llamamiento a la donación, reafirmando la larga tradición de la Iglesia católica de ayudar a los necesitados. “Estos son cameruneses que necesitan ayuda seria. La tradición católica dicta que la Iglesia contribuye económicamente a ayudar a los pobres y a los que sufren.“, declaró Mons. Kleda en un comunicado de prensa publicado el 24 de septiembre.
Inundaciones en Camerún
Una mirada al número de personas y bienes dañados
Las inundaciones tras las fuertes lluvias caídas desde julio en Camerún han dejado al menos 20 muertos y más de 236.000 afectados en el extremo norte del país, según cifras de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Varias localidades de Mayo-Danay se vieron afectadas. Muchas casas y escuelas quedaron destruidas. Las tierras agrícolas también fueron arrasadas por el agua. Algunas diócesis han iniciado acciones para reconstruir o reparar la infraestructura que fue destruida.
