A pesar de un invierno con mucha nieve, este año los glaciares suizos se han vuelto a derretir. Perdieron el 2,4% de su volumen con el calor del verano, un derretimiento acelerado por el polvo del Sahara.
El derretimiento de los glaciares este año vuelve a ser “enorme”, comentó el director de la red suiza de estudios glaciológicos (Glamos), Matthias Huss. Los glaciares “están a punto de desaparecer”, advirtió, afirmando que “sólo estarán aquí dentro de 100 años si logramos estabilizar el clima”.
De hecho, el año hidrológico (del 1 de octubre de 2023 al 30 de septiembre de 2024) fue “excepcional tanto en términos de acumulación como de derretimiento” para los glaciares suizos, según el estudio anual Glamos publicado el martes.
Un derretimiento “ligeramente más moderado” que en 2022 y 2023
El deshielo, muy afectado por el cambio climático, es “un poco más moderado” en comparación con 2022 y 2023, durante los cuales desapareció en total alrededor del 10% del volumen glacial suizo, un récord.
La reducción anual del volumen ha fluctuado entre -1% y -3% anual durante las últimas dos décadas, con la excepción de 2022 y 2023. Pero la pérdida del 2,4% de este año supera el promedio de la década 2010-2020, que ascendió al 1,9%.
30 km3 menos que en 2000
Según los estudios de Glamos realizados en 20 glaciares suizos, extrapolados a los 1.400 glaciares del país alpino, su volumen total debería ser de 46,4 km3 a finales de 2024, es decir, casi 30 km3 menos que en 2000. Su superficie es de , es estimada en 775 km2, una disminución del 28% en comparación con 2000.
Aunque inferior a la de los dos últimos años, la pérdida de volumen en 2024 sigue siendo “considerable dada la capa de nieve significativamente superior a la media” que prevaleció al final del invierno.
El estudio destaca, por ejemplo, que los seis metros de nieve medidos en el glaciar Claridenfirn a mediados de mayo habían desaparecido por completo en septiembre. La frontera entre Suiza e Italia también tuvo que cambiarse tras el derretimiento de los glaciares de alta montaña.
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Calor del verano, ausencia de nevadas y polvo del Sahara
Hasta junio, los glaciares suizos se beneficiaron de condiciones excepcionalmente favorables: nieve invernal un 30% más abundante que la media y un comienzo de verano lluvioso. Pero las esperanzas se desvanecieron y el director de Glamos afirmó estar “una vez más decepcionado”, pero “no demasiado sorprendido”.
Según esta organización, tres factores explican las importantes reducciones de los glaciares en 2024. En primer lugar, el calor del verano, con temperaturas medias muy elevadas en julio y agosto. En las estaciones meteorológicas más altas de MeteoSwiss, los valores de agosto fueron incluso superiores a los de 2003 y 2022, dos años especialmente cálidos.
Los glaciares también sufrieron la falta de nevadas en julio y agosto. Finalmente, la coloración de la superficie del manto de nieve por el polvo del Sahara en invierno y primavera aceleró el derretimiento, convirtiendo agosto en el mes con mayor pérdida de hielo desde que se iniciaron las mediciones.
Este depósito oscuro sobre el hielo provoca una reducción del efecto albedo: cuanto más clara es una superficie, más refleja la luz y, por tanto, el calor. Glamos aún no puede cuantificar con precisión el efecto del polvo del Sahara, pero el estudio considera “plausible” que provoque un aumento de la tasa de derretimiento del 10 al 20% en comparación con las condiciones normales.
boi con afp
