Una primera escuela de negocios para personas con autismo o discapacidad intelectual

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Por primera vez en Quebec, los estudiantes que viven con un trastorno del espectro autista (TEA) o una discapacidad intelectual (DI) leve podrán recibir formación académica de una empresa privada, en un hotel de Châteauguay.

“Sí, la escuela es buena, pero aquí hay vida y dinamismo. Lo que aprenden en la escuela lo pueden poner en práctica inmediatamente”, explica Jean-Martin Côté, director general del Hôtel Manoir D’Youville, establecimiento que impulsa la iniciativa.

AMANDA MOISAN / AGENCIA QMI

Los estudiantes recibirán formación en un aula habilitada a pocos metros del hotel, donde también se integrarán en el mercado laboral.

Harán tareas del hogar o se involucrarán en la cocina, por ejemplo.

“Les permite valorarse y tener una buena autoestima”, cree Marie-Ève ​​​​Longtin, que será la profesora de la primera cohorte.

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Este último enseña desde hace 15 años en el Centro General de Educación de Adultos de Grandes-Seigneuries, en Montérégie.

El programa también está dirigido a clientes adultos mayores de 21 años.

Una primera cohorte en octubre de 2024

La primera cohorte, que iniciará su formación el 31 de octubre, estará integrada por diez estudiantes para el curso escolar de ocho meses.


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Las clases del Programa de Participación se impartirán los martes, miércoles y viernes. Los otros dos días estarán dedicados a tareas laborales.

“Estoy orgulloso de mí mismo. Me siento valorado”, afirma Louis-Philippe Terriault, un joven de 28 años con trastorno del espectro autista y discapacidad intelectual.

Para la parte laboral, los estudiantes del programa serán emparejados con empleados del Hôtel Manoir D’Youville.

“Me gustan mucho mis amigos y trabajar en grupo. Me permite ser independiente y estar con otras personas de la sociedad”, explica Jessie Tremblay, otra estudiante de 35 años.

¿Un modelo?

El impulsor espera que el proyecto sirva de modelo para otros establecimientos.

“Para mí fue mostrar [centres de services scolaires] salir de clases y edificios y venir a trabajar. Hoy tenemos pruebas de que hay apertura y de que funciona”, confirma Côté.

A largo plazo, la organización espera integrar a más estudiantes y diversificar las habilidades que se enseñan.

“Queremos ampliar el programa a otros sectores además de la hostelería y la restauración”, afirma este último, añadiendo que al mismo tiempo los estudiantes cubren la escasez de mano de obra en este sector.

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