Las fiestas rave están en el punto de mira del prefecto de Hérault. En 2023, fueron cuarenta y siete en total en el departamento. Y el fin de semana pasado, fue la meseta de Larzac, en Aveyron, a pocos kilómetros de distancia, donde descendieron alrededor de 3.500 fiesteros.
El aumento de puentes y días festivos en mayo promete favorecer estos encuentros. “Las informaciones recogidas actualmente por las fuerzas de seguridad interior corroboran este análisis”, precisa la prefectura, que evidentemente ha oído hablar de numerosas manifestaciones próximas.
“Para prevenir el riesgo de perturbaciones a la seguridad, la tranquilidad y la salud públicas”, firmó el prefecto una orden. Su objetivo es “prohibir la realización de reuniones festivas de carácter musical, como raves y teknivals, en todo el departamento” hasta el 31 de mayo.
Entrada de materiales
Si no se declaran, estas reuniones son ilegales por naturaleza. Pero con este decreto, el prefecto da a la policía la posibilidad de actuar aguas arriba. El transporte de equipos de sonido destinados a las fiestas correspondientes también está prohibido en todas las redes de carreteras del departamento de Hérault durante el mismo período, advierte el prefecto. Bajo pena de multa y embargo de equipo.
Además del ruido para los residentes locales, las raves suponen un problema de seguridad en caso de incendio, especialmente en suelos inflamables por la sequía. Este fue el caso en 2019, cuando se produjo un incendio al margen de una reunión en Saint-Pargoire, afortunadamente sin causar víctimas. O problemas ecológicos como en Villeveyrac, que ha acogido en los últimos años varias fiestas rave al pie de las turbinas eólicas: los intentos de revegetar el lugar han quedado reducidos a nada.
