El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha anunciado que pronunciará su veredicto el 4 de octubre sobre el recurso del Consejo de la Unión Europea contra una decisión anterior que invalidaba el acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos. Este acuerdo, que vincula a ambas partes, fue declarado inválido por el TJUE en septiembre de 2021, lo que desató un intenso debate tanto político como jurídico.
El acuerdo de pesca, que ofrece ventajas arancelarias y derechos de pesca a los buques europeos en aguas marroquíes, fue impugnado por el Polisario que había presentado una denuncia, argumentando que el acuerdo violaba los derechos de los habitantes de las regiones del sur de Marruecos. En respuesta, el TJUE falló inicialmente a favor del Polisario, invalidando así el acuerdo.
Ante este veredicto, el Consejo de la UE y la Comisión Europea apelaron, calificando la decisión de “precedente legal peligroso”. Según ellos, el Polisario no tiene la capacidad jurídica necesaria para representar al pueblo saharaui, por lo que la sentencia anterior no se ajusta a las normas jurídicas y diplomáticas vigentes. Las instituciones europeas defienden la legitimidad del acuerdo de pesca, destacando su importancia para la cooperación económica entre la UE y Marruecos.
Para Marruecos, este acuerdo pesquero es mucho más que un simple tratado comercial. Representa un pilar de la cooperación estratégica con la Unión Europea. Las provincias del sur de Marruecos, ricas en recursos pesqueros, están en el centro de este acuerdo, y su inclusión se considera un reconocimiento implícito de la soberanía marroquí sobre estos territorios.
La decisión del TJUE se espera con gran impaciencia a ambos lados del Mediterráneo. Para los pescadores europeos, el acuerdo representa una fuente vital de ingresos, mientras que para Marruecos es una cuestión de soberanía y reconocimiento internacional. Los observadores coinciden en que el veredicto del 4 de octubre podría tener importantes repercusiones en las relaciones entre la UE y Marruecos, así como en la situación política en las regiones del sur de Marruecos.
A la espera del veredicto, las reacciones están divididas. Por parte europea, esperamos una anulación de la sentencia de 2021, permitiendo así la reanudación de las actividades pesqueras en aguas marroquíes. Marruecos sigue confiando en la solidez de su asociación con la UE y espera que el TJUE reconozca la legitimidad del acuerdo.
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