El sábado, la plaza Federal se llenó de trabajadores a instancias de la Confederación Suiza de Sindicatos (USS), que había invitado a sus miembros a una manifestación bajo el lema imperativo: “Es hora de aumentar los salarios”.
El presidente de la USS, Pierre-Yves Maillard, hace un balance mixto: “Todo se ha vuelto más caro. Y aunque la economía va bien, los asalariados tienen menos dinero en sus bolsillos que hace cinco años. Sin una adaptación de los salarios a la inflación, la población se empobrecerá. Esta política no tiene futuro. Por eso es necesario que los salarios vuelvan a aumentar”.
La presidenta de Unia, Vania Alleva, ha lanzado una advertencia: “Esperamos aumentos generales y sustanciales de las negociaciones salariales de este otoño. No nos conformaremos con migajas. Es urgente y simplemente vital para mucha gente que los salarios aumenten en términos reales. Para ello es necesario compensar íntegramente el aumento de precios de los últimos tres años. Por eso Unia exige aumentos salariales de alrededor del 5%”.
Por último, la presidenta del sindicato Syna, Yvonne Feri, se muestra comprometida con los salarios mínimos: “En Suiza, mucha gente trabaja en sectores con salarios bajos. (…) Exigimos salarios mínimos decentes para el personal formado, que permitan vivir”. Los sindicatos exigen que ya no haya salarios inferiores a 4.500 francos al mes y que todas las personas que se beneficien de una formación “ganen al menos 5.000 francos”.
