Horas de aprensión para Totò Schillaci. El delantero de Italia 90 se encuentra internado en el servicio de Neumología del hospital Civico de Palermo en estado grave. El exfutbolista, héroe de las noches mágicas, lleva algunos años en tratamiento por un tumor y también ha sido sometido a operaciones.
Fue tratado en el ambulatorio Maddalena y desde ayer por la tarde se encuentra en el hospital municipal. Su estado de salud lo confirman en su perfil social sus familiares: “Totò se encuentra estable y es controlado por un equipo médico día y noche” y, a continuación, el deseo de recuperación: “Forza Totò”.
Schillaci, de 59 años, también habló de su enfermedad, de las terapias, del miedo en el momento del diagnóstico y luego de la enfermedad que lo marcó. Una enfermedad que había vencido y que ahora volvería. Una carrera en Messina que luego aterrizó en Juventus, Inter y Jubilo Iwata (Japón), más de 200 goles, una vida deportiva que culminó en el Mundial de 1990 donde fue máximo goleador con 6 goles y la cara de las mágicas noches azules, arrastrando a la selección de Vicini a soñar con el Mundial pero quedando tercero. Una carrera, que acabó en el fútbol en Japón, que comenzó sobre el asfalto del barrio de Cep, uno de los más populares y difíciles de la capital. Una familia modesta, tres hermanos y una hermana, su padre, que era albañil, siempre fue su mayor fan y lo acompañaba a todas partes con tal de dejarlo jugar. Trabajó como repartidor de neumáticos, chico de pastelería, vendedor ambulante. Hasta su reclutamiento en Messina. Schillaci se encontraba en el centro oncológico La Maddalena cuando, el 16 de enero de 2023, fue detenido el capo Messina Denaro.
“Eran las 8.15 de la mañana – dijo – estaba esperando mi revisión, porque allí me están atendiendo los doctores Mezzatesta y Mandalà. Acababa de terminar de desayunar en el bar, en un instante me encontré rodeado de personas encapuchadas y con armas en la mano. Pensé que era un atentado. Luego la policía se identificó, pero por un momento yo y los que me rodeaban tuvimos miedo, hubo confusión”. “Una persona como Messina Denaro que camina tranquilamente por la ciudad y va al ambulatorio como cualquier otro ciudadano, me hace pensar. Tengo mi propia teoría, pero es bienvenido que se haya resuelto un problema que se arrastra desde hace treinta años”, comentó. El exdelantero también dirigió durante años un centro deportivo para jóvenes. “Amo Palermo y realmente me molesta verla asociada solo a la delincuencia, porque ofrece tantas cosas hermosas. Necesitamos invertir en los barrios, eso es cierto, sacando a los jóvenes de las calles. “Me hice cargo del polideportivo Louis Ribolla, en una zona popular, precisamente para devolver algo de lo que la ciudad me dio”, dijo. En 2004 participó en la Isla de los Famosos, hace un año participó junto a su esposa Bárbara en el programa Pechino Express. Poco antes había sido operado dos veces de cáncer. “El programa –digo- fue una venganza por la enfermedad que me hizo sufrir tanto”. Ahora el nuevo empeoramiento.
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