Estanque de barro. ¿Y si cambiáramos nuestro punto de vista? La autora holandesa Eva Moraal nos lleva a descubrir la fauna de los humedales. Estos son los animales que explican su mundo a estos divertidos humanos. Accesible a partir de siete años.
¿Sabías que los castores levantan el interior de su gallinero para evitar mojarse los pies? ¿Que el peor enemigo del tejón europeo son los humanos? ¿Y que los vencejos nunca ponen los pies en la tierra durante los dos primeros años de su vida? Bienvenido al fascinante mundo de la vida salvaje de las praderas húmedas y las marismas.
Este es el entorno en el que se mueven a diario las dos autoras holandesas de esta bellísima obra: Eva Moraal, para los textos, y Marieke ten Berge, para el grabado. Las ilustraciones, refinadas y llenas de vida, se muestran a toda página para adentrarnos en los territorios de 35 animales. “de tamaño pequeño, como las ranas de campo o más grandes, como los castores”. Y, esta vez, son los animales quienes hablan y toman las riendas de la historia, para contarnos su mundo. Un interesante cambio de prisma para descubrir con la poesía “este gran jardín que compartimos con los animales”.
Cada especie revela sus pasiones, su saber hacer y su relación con la especie humana, a menudo invasiva, a veces criminal. Con, de fondo, una pregunta planteada a modo de deseo: “¿No es hora de dejar de someter la biodiversidad a las consecuencias de nuestras vidas, a menudo irreflexivas? Los animales de este libro tienen mucho que decir al respecto. Tomémonos el tiempo para escucharlos”.
El tema está iluminado por pequeñas hojas prácticas, que hacen balance del estado de conservación del animal. En definitiva, un libro de muy buena calidad editorial: de esos que nos gusta sentir y tener entre las manos, picotearlo como tantos cuentos antes de dormir, desde los siete años.
Entre la tierra y el agua, Marieke ten Berge, Eva Moraal, ediciones Rue du monde, 88p, 22€.
La opinión de Ada, siete años
“Me encantó este libro, especialmente los dibujos. Cada página trata sobre un animal, para que no se confunda; cada animal cuenta cosas de su vida y nos damos cuenta de que no les gustan los humanos, porque los cazan, les destruyen las casas… Nos enseña mucho sobre los animales, lo que les hacemos y cómo viven. Por ejemplo, que hay terriers muy, muy viejos, que todavía se cazan tejones en Francia y que muchos animales mueren antes de mi edad. A veces hay palabras que no sé, pero eso no me impide entenderlas y me permite aprenderlas. En cambio me gustaron menos las hojas pequeñas, que no entiendo muy bien. Las ilustraciones son tan hermosas que a veces tienes la impresión de que son fotografías. ¡Hace que los animales sean tan lindos! Y cada página tiene un color diferente, lo que hace que el libro sea muy bonito”.
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