Cada año, con motivo de las vacaciones, Diane de Selliers publica, en las prestigiosas ediciones que llevan su nombre, un nuevo volumen que combina textos clásicos de eficacia probada e ilustraciones cuidadosamente seleccionadas. De esta manera pudo revisitar en el pasado a Stendhal o El Apocalipsis de San Juan, etc. Sus libros vuelven a poner en circulación a los grandes autores, para que puedan ser degustados y apreciados por lectores curiosos y estetas. Imágenes pictóricas, a menudo sublimeque las acompañan y explican, permiten devolver un nuevo vigor a estas páginas encontradas. Diane de Selliers sabe rendir homenaje a las obras del patrimonio mundial que admira y que quiere que admiren. ¿Qué más se le puede pedir a un editor?
Una tradición oral llena de sabiduría
Diane de Selliers nos ofrece en esta ocasión un cuento de inspiración africana, del escritor fulani Amadou Hampâté Bâ, nacido en 1901 o 1902 en el antiguo Sudán francés, actual Mali. Está ilustrado para la ocasión por el artista contemporáneo Omar Ba, nacido en Senegal en 1977. Como anuncia Diane de Selliers: “Esta edición reúne la historia iniciática Fulani Kaidaraescrita en verso por Amadou Hampâté Bâ en 1969, y las 40 obras originales creadas especialmente por Omar Ba. » Estamos, por tanto, precisamente en un contexto fulanies decir, en una tradición oral portadora de una sabiduría milenaria, de la que Amadou Hampâté Bâ es el cantor. En su prefacio, Souleymane Bachir Diagne escribe: “Este cuento iniciático es la traducción, en el imaginario fulani, de una historia primordial, que se encuentra de diversas formas en todas las culturas humanas: la del viaje del hombre, a través de mil y una pruebas, en busca de la plenitud. »
Una experiencia interior
De hecho hay en Kaidara un alcance, digamos, universal, que interesará a determinados lectores en busca de experiencias interiores duraderas. El recorrido biográfico de Amadou Hampâté Bâ explica esta generosa visión de la literatura. Educado primero en escuelas francesas, posteriormente recibió enseñanza de un maestro sufí, Tierno Bokar. Théodore Monod, de quien era amigo, lo contrató como investigador etnológico en el Instituto Francés del África Negra. Tras la independencia de Malí en 1960, se incorporó a la UNESCO, donde pasó a ser miembro del Consejo Ejecutivo. Luego fundó el Instituto de Ciencias Humanas en Bamako. Fue en 1944 cuando entregó un primer borrador de Kaidaraque posteriormente retomará y desarrollará. El cuento ya manifiesta, en este estado embrionario, características culturales precisas, que el autor nunca dejará de desarrollar, fiel a una “Humanismo ecuménico asociado a un Islam tolerante”. En este sentido, Souleymane Bachir Diagne puede señalar en su prefacio, de manera esclarecedora, que « Kaidara es obra de un tejido paciente y tenaz de vínculos entre lenguas, entre culturas, entre religiones, entre pasado y presente…”
Lea también: Entrevistas frente a la cámara
Sencillez esencial
Kaidara por tanto está dirigido a todos. A los niños, a los creyentes de todas las religiones, a los agnósticos también y por qué no a los ateos. Y en general a todo aquel que esté buscando algo. Para animarte a adentrarte en este libro y, tal vez, a compartir su belleza sapiencial con tus seres queridos, citaré un pasaje hacia el final, donde la moraleja del cuento aparece en su esencial sencillez: “Recordar [c’est Kaïdara qui parle au jeune survivant de l’équipée initiatique] lo que acaba de aprender y transmitirlo de boca en boca a sus nietos. / Hazlo un cuento para los herederos de tu poder. / Enséñalo a aquellos cuyos benditos oídos / están fijos en una cabeza placentera y afortunada. »
Ilustraciones significativas
Me gustó mucho el trabajo del pintor Omar Ba. Nacido en África, divide su tiempo entre Dakar y Ginebra. Esta doble afiliación geográfica lo convierte en un consumado artista cosmopolita. Como Amadou Hampâté Bâ, se presenta como “un transmisor de tradiciones y culturas”. Su pintura, que ha vuelto a ser figurativa después de un período de abstracción, intenta una síntesis ambiciosa entre los orígenes enterrados y la cosmología moderna. Aporta mucho a la lectura del cuento de Amadou Hampâté Bâ, abriendo la imaginación del lector, al que conduce hacia representaciones fantásticas, pero accesibles a todos. Como escribe en su artículo Bérénice Geoffroy-Schneiter, especialista en artes africanas, el universo pictórico de Omar Ba “Por lo tanto, encaja maravillosamente con la temporalidad del cuento de Kaidara y la lengua cincelada en el metal divino de Amadou Hampâté Bâ”.
La complicidad creada por Diane de Selliers entre el poeta y el pintor, como la de un gran vino con un plato refinado, funciona de manera asombrosa, como si ambos hubieran trabajado juntos hacia un mismo horizonte. A veces es una maravilla del arte que se produzcan estos encuentros de artistas, durante los cuales se abre un rico diálogo no previsto.
KaidaraAmadou Hampâté Bâ. Ilustrado por Omar Ba. Prefacio de Souleymane Bachir Diagne. Ed. Diana de Selliers.
Nótese, de la misma editorial, la reedición abreviada de Ramayaṇa de Vālmīki, ilustrado con miniaturas indias de los siglos XVI al XIX.
Causeur vive sólo de sus lectores, ésta es la única garantía de su independencia.
Para apoyarnos, compre Causeur en los quioscos o suscríbase.
Related News :