En un esfuerzo por apoyar el poder adquisitivo de los canadienses, el gobierno propone una exención de impuestos sobre bienes y servicios aplicable a una gama de productos considerados esenciales. Los llamados impuestos GST y HST, respectivamente, sobre productos y servicios, y “ ventas armonizadas ».
Esta iniciativa incluye alimentos, comidas en restaurantes, bebidas, snacks, ropa infantil y regalos, en los que se incluyen libros, permitiendo así una rebaja directa del precio en caja. La idea: facilitar el acceso a bienes de primera necesidad durante el periodo vacacional, o lo que es lo mismo, incentivar el consumo. Según estimaciones compartidas por el Departamento de Finanzas de Canadá, esto representaría un ahorro total de 1.600 millones de dólares para los canadienses durante los dos meses de su aplicación.
En Quebec, esta medida se sumaría a la exención ya existente del Impuesto sobre las Ventas de Quebec (QST) sobre los libros. Los libros impresos con ISBN tienen una tasa cero a nivel provincial y siguen sujetos al GST federal del 5%.
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Desde la introducción de este último en 1991, han surgido numerosos debates. En 2015, por ejemplo, la Comisión de Revisión Fiscal de Quebec, presidida por Luc Godbout, habló de abolir la exención QST. Idea que había encontrado una fuerte oposición por parte de los involucrados en el libro. La portavoz del movimiento de protesta, Élodie Comtois, decretó que “gravar los libros es imponer la ignorancia”.
Un gran paso para la lectura.
Esta iniciativa fue bien recibida por la Asociación Nacional de Editores de Libros (ANEL). Geneviève Pigeon, que es su presidenta, recuerda que la “Un libro es muchas veces un regalo que nos hacemos a nosotros mismos o que nos gusta hacer” y que trae consigo un desarrollo del pensamiento, un sentimiento de pertenencia. Esta decisión parece así “reconoce que el libro es esencial para la población canadiense y lo hará aún más accesible”.
Si es bien recibido por la comunidad editorial, ¿podría incluso relanzar el debate sobre la reducción permanente de impuestos para los libros? Una medida exigida desde hace décadas por los actores culturales, en cualquier caso…
Pese a todo, otros están preocupados por los gastos necesarios para financiar esta operación, o critican el momento elegido: las elecciones federales canadienses están previstas para el próximo mes de octubre.
Pierre Poilievre, líder de la oposición conservadora, denunció, por ejemplo, una “régimen fiscal temporal de dos meses”según AP. El miembro de la Cámara de los Comunes canadiense, Jagmeet Singh, anunció por su parte su apoyo a las medidas del Gobierno, aunque lamentó su carácter temporal, informa Le Devoir.
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Por Sara Verrecchia
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