La undécima edición de la feria del libro antiguo atrajo a numerosos visitantes, que acudieron a explorar objetos de colección, libros antiguos, sellos e incluso postales.
Con una cuarentena de expositores, la feria del libro antiguo y todas las colecciones de Saint-Maurice-sur-Fessard atrajeron el domingo a un gran público a la sala polivalente. Para gran satisfacción de Marie-Thérèse Saingeon, responsable de la asociación de conservación del patrimonio de Saint-Maurice-sur-Fessard, organizadora de esta undécima edición.
“Conocí expositores apasionados”
Con el paso de los años, el evento se ha ampliado con numerosas colecciones de objetos y artículos, además de libros antiguos, sellos y otras postales. Atrae así una diversidad de perfiles entre el público y los expositores. Como Josuah Khaznadji, librero que creó hace dos años Les Lointains du monde en Briare, la única librería generalista especializada en libros antiguos y de segunda mano en un radio de 50 kilómetros. “Trabajo en algunos libros nuevos con editoriales locales como Jeu de l’oie o Corsaire y creo numerosos eventos y firmas”, explica.
Un biógrafo local
Como cada año, el espectáculo cuenta con un invitado de honor. Este año fue una local, Émilie Chevillard. “La organización me recibió con calidez y entusiasmo. Conocí a expositores apasionados que aprecian el tema del libro, pero también a visitantes particularmente interesados en mi actividad como biógrafo. Algunos vinieron a conocerme con proyectos específicos, otros se sintieron seducidos por la idea de finalmente poder transmitirme un fragmento de su historia. Me conmovieron mucho las historias reveladas. Algunas me hicieron llorar”, explica esta joven residente en Saint-Maurice-sur-Aveyron, que dice haber redescubierto la autenticidad que tanto aprecia en las entrevistas con sus “biógrafos”. Émilie Chevillard se esfuerza, a través de su trabajo, por llevar en alto los colores de su existencia en lo más frágil y bello.
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