Es lo que le está sucediendo al micromercado de audiolibros, que sólo representa el 2% del sector editorial en Francia, mientras que esta práctica de escuchar libros ya está muy extendida y firmemente establecida en los países anglosajones, pero también en los países anglosajones. Suecia o Alemania.
Llegada de Spotify al mercado francés…
Este pequeño mercado francés está trastocado y estimulado por la llegada de Spotify, el número uno mundial del streaming musical, que ofrece a sus 7 millones de suscriptores franceses doce horas de escucha de audiolibros cada mes. Desde mediados de octubre tuvieron acceso gratuito a 15.000 libros en francés. Y más de 200.000 en inglés.
Spotify ha firmado acuerdos con un centenar de editoriales francesas para que sea posible escuchar casi todas las nuevas novelas literarias, como huríes de Kamel Daoud leído por Lola Neyma o incluso El sueño del jaguarleído a tres voces por el autor Miguel Bonnefoy además de Zelda Pérez y Bertrand Pazos.
…ya dominado por los gigantes americanos
Hasta ahora, el principal actor que reina pero se niega a comunicar una sola cifra no es otro que Amazon. Con su filial Audible, el gigante americano ofrece una fórmula de suscripción que permite adquirir un único audiolibro al mes por 9,95 euros, de un catálogo de 20.000 títulos en francés. Basta decir que no se equivoque. Además, los suscriptores eligen valores seguros y fiables, y no se atreven a elegir obras escritas por autores que no conocen. Sin riesgos pero también con tendencia a preferir los títulos más largos, como las más de 23 horas de la primera parte del Conde de Montecristoque dan al suscriptor la deliciosa impresión de que está obteniendo valor por su dinero…
Junto a Amazon, el otro gran competidor sigue siendo un gigante americano, Apple, que se limita a vender audiolibros a precio completo e individualmente en Apple Books. Otros pequeños actores también están intentando encontrar un lugar bajo el sol, como StoryTel o NexStory. Este último ofrece tres planes de suscripción que dan acceso a audiolibros pero también a una amplia gama de libros y revistas electrónicos. El plan familiar más caro, a 19,99 euros al mes, permite, lo que resulta muy práctico, que cuatro usuarios escuchen cada uno un audiolibro diferente al mismo tiempo. Lo cual todavía no es posible en Spotify.
Una llegada impactante…
Spotify está revolucionando la situación porque su oferta permite descubrir formatos más atípicos, como los cuentos, pero también géneros olvidados como la literatura japonesa o incluso recuperar el atractivo de los libros destinados a los niños. Spotify también es el primero en presentar su oferta como un auténtico librero, ofreciendo favoritos, recomendaciones y listas de reproducción. Según todos los editores de audiolibros que he conocido, es una forma de rejuvenecer y democratizar a su audiencia. También es una forma valiosa de mantener vivas las colecciones de sus catálogos.
Y por una vez, se trata de un círculo virtuoso. La llegada de Spotify es celebrada unánimemente por los directores de las filiales de audiolibros de Hachette y Albin Michel, de Editis y de Gallimard. Se les paga en proporción a su escucha. Todo el mundo considera que la llegada de este nuevo entrante beneficia a todo el mercado ya que cada jugador tiene su propio ADN único y se dirige a un público diferente.
Spotify ya ha lanzado su oferta de audiolibros en diez países anglosajones y sólo en Estados Unidos, en sólo un año, ha contribuido a la mitad del crecimiento insolente de este sector. Para que conste, el mercado estadounidense por sí solo representa más del 37% del mercado mundial de audiolibros, muy por delante de Europa y China.
… pero virtuoso para el mercado
En Francia, el catálogo de audiolibros no estaba a la altura y no atraía suficientes lectores de audio. Un caso clásico de serpiente que se muerde la cola: los editores, ante un mercado insuficiente, no han invertido lo suficiente. Sobre todo porque producir un audiolibro cuesta mucho más que simplemente publicar un libro en papel. Hay que pagar al actor, alquilar un estudio de grabación, contratar técnicos… Hoy esta situación se ha invertido y las grandes editoriales han aumentado el ritmo de estrenos. La llegada de Spotify facilita estos proyectos y Hachette, por ejemplo, prevé aumentar de 200 a 250 nuevos lanzamientos por año a partir de 2025 y Editis, la más prolífica, también aumentará sus lanzamientos de 300 a 350 el próximo año. A partir de ahora, para sus títulos más prometedores, los editores publicarán el libro en papel y el audiolibro al mismo tiempo. Gracias a estas inversiones, este micromercado está experimentando un muy buen crecimiento, estimado en cerca del 10% anual, donde el papel está pasando apuros. Una progresión espléndida pero aún insuficiente para dormir tranquilo.
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