Ir a conocer al escritor Jean-Louis Pelletier es como retroceder en el tiempo, con cierta nostalgia, a los años 1970-1980. Años que sirvieron de pretexto para escribir una obra relativa “experiencias vividas, pruebas sufridas y palabras inesperadas captadas”.
Una auténtica inmersión en un universo y una realidad cruda, que evoca la locura de la vida cotidiana, que el autor describe con un humor mordaz y satírico. Un autor que “explora los contrastes sociales de la época, entre los que tienen y los que no”.
Jean-Louis Pelletier ha hecho de todo esto una primera obra que ofrece historias reales de vagabundeos intelectuales, acontecimientos reales, encuentros improbables y, sobre todo, un deseo de relatar una cierta libertad de espíritu. Entre gitanos y una copa de vino tinto. Una libertad encarnada según él por Jack Kerouac, “Él es un verdadero hermano para mí”dice. Noble cabeza en el sacoel trabajo es un verdadero “sinfonía de la vida, tocada con notas deshechas y desviaciones. Bajo una pluma afilada que relata la atmósfera de bares, caminos, calles, cuartos de servicio o incluso las primeras generaciones de HLM”, subraya el editor.
Fútbol, ejército, fotografía y collages
Una vida tortuosa, por tanto, que debería haber llevado al autor a hacer carrera como futbolista profesional, porque tenía grandes dotes para la disciplina, pero fue hacia los comandos del ejército y de la marina hacia donde se dirigió, “mientras soy antimilitarista”dijo. “Pero necesitaba las sensaciones y la adrenalina. »
Llegado a Saint-Pierre-des-Corps en 1986, sin dinero, tras un accidente de trabajo que le obligó a quedar discapacitado como tipógrafo, Jean-Louis Pelletier se dedicó, además de a escribir, a su pasión por el collage y la fotografía. Collages expuestos en los años 80 que esperan volver a salir a la luz pública. “Pero no soy conocido”, se arrepiente.
Una visita a su casa, que data de 1880, es reflejo de este innegable talento artístico. Está cuidadosamente decorado integrando objetos antiguos y hallazgos casuales. Una casa reveladora “De un sueño persistente de ser artista a abrazar la libertad”. Un sueño que Jean-Louis Pelletier vivió entre 1984 y 1987 a través de exposiciones de sus collages que le permitieron vender dos tercios de las obras presentadas.
Un viaje que le conducirá hacia otra forma de expresión, la escritura. Una forma que maneja de maravilla a través de su trabajo.
“Cabeza en el bolso, brillante noticia de un delirio muy fino”, de Jean-Louis Pelletier publicado por Baudelaire.
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