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lo que Lire pensó de los cuatro libros en liza

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huríes por Kamel Daoud, Madelaine antes del amanecer por Sandrine Collette, Archipiélagos por Hélène Gaudy y jacarandá de Gaël Faye llamó la atención de los periodistas de la revista Liraantes de su nominación por parte del jurado del Premio Goncourt para reclamar el prestigioso premio…

1. “Houris” de Kamel Daoud

Kamel Daoud no es un hombre silencioso. Periodista y columnista, primero hizo resonar sus palabras en diversos medios, antes de encontrarse con la literatura con Meursault, la contrainvestigación, la reescritura poscolonial de El extraño de Camus, ganadora del premio Goncourt a la primera novela. Pero, desde Zabor o los Salmos, el escritor parecía haber abandonado la ficción. No por falta de inspiración, nos dice durante una entrevista para Liramás “libertad en el sentido más amplio”.

Kamel Daoud nació en 1970 en Mesra, Argelia. Sus posiciones a este y otro lado del Mediterráneo le han granjeado muchas enemistades, incluso amenazas de muerte. A finales de 2014, fue objeto de una fatwa tras unos comentarios sobre su relación con el Islam. En 2016, tras la publicación de una columna sobre la ola de agresiones sexuales cometidas en Alemania durante las celebraciones de Año Nuevo, fue acusado de alimentar la “Fantasías islamófobas de una parte cada vez mayor del público europeo”. Desagradar a los islamistas y descolonialistas es un privilegio poco envidiable. Invitado a una residencia en Sciences Po en 2019, al venir a vivir a París, el escritor volvió a conectarse con la libertad y el deseo de escribir.

En Houris, se enfrenta a otro gran tabú en su país de origen: la guerra civil que asoló Argelia entre 1992 y 2002. “década negra” que Aube, su heroína, lleva grabada en su carne en forma de una amplia sonrisa cortada con un cuchillo en la garganta. “Escondo la historia de toda una guerra, escrita en mi piel desde que era un niño. Los que saben leer entenderán cuando vean el escándalo de mis ojos y la monstruosidad de mi sonrisa. Quienes deliberadamente olviden tendrán miedo de mí y de mirarme”.le susurra al niño que crece en su vientre, que sabe que es una niña y se llama Houri.

Veinte años para escribir

Aube tenía cinco años la noche de su segundo nacimiento cuando, en la ambulancia que circulaba a toda velocidad entre Relizane y Orán, Khadija, su madre adoptiva, le cambió el nombre. Su padre, su madre y su hermana habían muerto en la masacre de Had Chekala. “Casi 1.000 personas fueron asesinadas en una noche en los alrededores de nuestra granja. el numero […] sacudió al país. No le creímos. » Con las cuerdas vocales cortadas por un cuchillo, Aube no se queda callada. En Orán, abrió una peluquería, frente a una mezquita cuyo imán no ve con buenos ojos la creciente frecuentación del establecimiento. “Entre mi cánula y el altavoz de…

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