Trabajar en una organización cultural en un momento en el que tantas disciplinas ven cómo se agotan sus fuentes de financiación, en el que algunas autoridades, sobre todo en Quebec, están apretando las tuercas después de haber sido tan derrochadoras durante la pandemia, es sin duda una buena idea del desafío. . Sin embargo, con total serenidad la principal interesada abre una ventana a lo que motivó su elección.
“Echaba de menos los eventos y también estar inmerso en la cultura. Por eso me dije que tenía que intentarlo, sino me arrepentiría, cuando vi la oferta de trabajo de la Feria del Libro. Sí, era inseguro, pero no lo suficiente como para impedirme lanzarme”, confiesa Virginie Gagnon, que asume su nuevo cargo desde el 6 de febrero.
Ella, que tiene un certificado en literatura, además de una licenciatura en administración, sintió que este puesto le sentaría como un guante. Incluso si a la corporación que supervisa el destino del espectáculo le va bien, hay que saber contar para maximizar el impacto de los recursos disponibles. Al mismo tiempo, el placer de interactuar con el mundo de los libros, autores, lectores y transeúntes de todo tipo, es parte de la ecuación.
En este sentido, las semanas pasadas en compañía de Sylvie Marcoux, al inicio de su mandato, resultaron gratificantes. “Fue muy bien, ya que Sylvie quería que la transición se hiciera de manera ordenada. Ella fue generosa e incluso me invitó a asistir con ella a la Feria del Libro de Outaouais, que se celebró en febrero. Me tranquilizó conocer a editores y distribuidores, entre otros. Son nuestros socios”, afirma el nuevo director.
Dentro de este ecosistema, destacó, la dimensión relacional cuenta mucho a la hora de sentar las bases de un nuevo espectáculo. Cuando hay confianza, hay mayores posibilidades de obtener la participación de autores de renombre. Lo mismo ocurre con determinadas editoriales. “Lo que nos ayuda es que nuestro salón es el primero después de las vacaciones de verano. Los autores están felices de volver a verse. Además, es muy bueno para las ventas”, afirma Virginie Gagnon.
De regreso a Arvida, donde se encuentran las oficinas de la Feria del Libro, continuó su aprendizaje descubriendo desde dentro actividades como las Lecturas en el muelle, organizadas en La Baie a finales de junio, así como el concurso Jóvenes autores, coge tu ¡lápices!, cuya influencia se extiende más allá de las fronteras de Quebec. También espera poner a prueba la segunda edición de Christmas Tales for Seniors, que volverá en diciembre.
“Si conseguimos más recursos, podremos incorporar más autores. La primera vez eran seis”, afirma el director general. Al mismo tiempo, cualquier cosa que permita que el espectáculo exista 12 meses al año, no sólo en unos pocos días, movilizará sus energías.
“El objetivo final sigue siendo divertirnos en lo que hacemos, aprender siempre y tener proyectos que desarrollar”, afirma Virginie Gagnon. Eso es lo que motivó a Sylvie y lo mismo para mí. Después de experimentar un primer espectáculo de interiores, podré aportar mis colores a los miembros de nuestro equipo”.
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