Es un dúo con un encanto inusual. Erri De Luca, inmenso escritor italiano, comprometido con la defensa de los inmigrantes, prefiriendo la lectura del Talmud al tumulto del mundo. Inés de la Fressange, la elegancia hecha mujer, Marianne por un tiempo, todavía estilista, parisina de una pretendida frivolidad. Y ahora han escrito un libro que se publicará este otoño en Italia, “L’Età sperimentale” (la era experimental). ¿Cómo inventar una nueva forma de envejecer? Mientras esperaba una traducción al francés, fue una gran oportunidad para conocerlos. Uno es bromista, el otro es travieso y habla en un francés irresistible. Ambos evocan el paso del tiempo, pero también la felicidad y el amor.
ELLA. – ¿Cómo os conocisteis?
Inés de la Fressange. – Tenemos que inventar algo más maravilloso que la realidad… Fue en un jardín… Muy lejos…
Erri De Luca. – ¡Fue en París, un día que tuve un fuerte dolor de muelas! Le pregunté a un amigo si conocía algún dentista, fui a su casa y ¡allí estaba Inés! Mi pareja Paola, que es una de sus grandes admiradoras, la reconoció. Inmediatamente me convencí de que era una persona hermosa.
SI – Este amigo en común me dijo: Estoy esperando a Erri De Luca, ¿quieres quedarte? El mayor escritor italiano que apareció me sentí intimidado, incluso aterrorizado. Pero llegó Paola y enseguida el ambiente fue de alegría. Erri me miró fijamente a los ojos, con una pequeña sonrisa, y me dije: ¡Dios mío, es hermoso! ¡En la moda somos frívolos! Pero también estoy convencido de que con el tiempo conseguimos el aspecto que merecemos. Me encantó lo tranquila que estaba Erri ya que no podía esperar para enviar mensajes de texto a mis amigos y decirles: ¿adivinen a quién conocí? Fue hace cuatro años.
ELLE. – ¿Qué os une? ¿Un arte común de cultivar la alegría?
E.d. L.- Tenemos que ser felices. Me dejo sorprender por la felicidad, varias veces al día, por breves momentos. Son inesperados, a menudo aparecen por la mañana, muy temprano, cuando me levanto en la noche tranquila y oscura. Estos son momentos de perfecta felicidad.