Se necesitaron una treintena de plumas, entre ellas cuatro (algunas) ajenas a la Academia para evitar cualquier connivencia con la memoria, para completar este hermoso libro titulado sobriamente “100 años, la Academia de Bearn”. La obra es verdaderamente una suma, que nos recuerda cuánto ha contado la ya centenaria institución en la vida intelectual de nuestro pequeño país.
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Y su primer capítulo llegará al corazón de muchos estudiantes de la Universidad de Pau, pero también de académicos, ya que se abre, además del prólogo del presidente Marc Bélit, con el primer texto póstumo de Christian Desplat, fallecido este sábado. Este último recuerda también, con la erudición y la pluma que conocemos de él, que antes de esta primera academia, muchos otros círculos animaron la vida de las ideas en Pau y en Bearn durante más de 500 años de “historia”.
Una vida intelectual radiante
Porque sí, y este es el hilo conductor de este libro destinado a los amantes de la historia y de los destinos únicos, la vida intelectual ha brillado -y brilla aún- a los pies de los Pirineos como en el resto de París. Basta hojear el libro para descubrir a estos intelectuales, científicos, historiadores o lingüistas, desde Simin Palay, padre del primer Diccionario de los Bearnes y Gascones, hasta Gustave Schlumberger, especialista en Oriente Medio y Bizancio, sin olvidar a los el químico Charles Moureu.
La lista de los premios Goncourt y Fémina lo atestigua, Béarn fue también esta “tierra maravillosa de escritores”, como nos recuerda Patrick Voisin, que enumera a los más grandes como Joseph Peyré, Jean-Louis Curtis, Paule Constant, por supuesto, y nos recuerda también un ¡Pocos olvidados como Jean-Joseph Moulié, alias Thierry Sandre, que obtuvo el Goncourt en 1921, sin que surgiera ninguna disputa en los periódicos en torno a su bearnidad!
Pau: la Academia de Bearn y los artistas
Una exposición en la mediateca André Labarrère de Pau del jueves 21 al domingo 24 de noviembre y dos conferencias recuerdan el talento del pintor René-Marie Castaing y del escultor Ernest Gabard, miembros de la Academia del Béarn.
A través de la historia de la Academia que se desarrolla a través de sus grandes hombres y mujeres, es la historia de Bearn, la edad de oro de Pau, la de la agricultura o el crecimiento económico, la que parece hueca. Un patrimonio histórico y científico del que aún es testigo el centenario que finaliza. ¡Un libro coordinado por Jean Marziou que merece su lugar en todas las bibliotecas de aquí!