Nacida en 1920, Blanche Le Bris se exilió con su familia en Brest en 1922 para escapar del auge del antisemitismo en Polonia. Pero no escapó al trauma de la ocupación en Francia. Más tarde, en la ciudad bretona, al igual que La Biblioteca de la Cité que creó en el cuartel con su marido Pierre, Blanche Le Bris se convirtió en “un monumento de Brest”, señala su hija Jacqueline Millet.
“Contar su pasado no era realmente su forma de trabajar”, explica Valérie Millet, su nieta y autora de “Blanche, Memorias de una Brestoise de adopción”, en el que respeta la elección de su abuela de contar sólo el primero. cincuenta años de su vida. En este libro, “todo es verdad. Aunque Blanche haya tenido una vida bastante romántica”, dice su nieta.
Recoge los mejores recuerdos
Fueron, en primer lugar, historias familiares las que dieron material al libro. Luego, entrevistas entre la abuela y la nieta. Finalmente, el archivo familiar de Pierre Le Bris “trazó el camino de la investigación” para Valérie Millet: “Había recuperado una gran cantidad de artículos desde 1940”.
“Le sorprendió que yo quisiera escribir sobre ella y no sobre mi abuelo”, dice Valérie Millet, “porque él era el librero y en aquella época la atención se centraba más en el hombre”. “Me hace feliz y también me sorprende mucho”, confirma Blanche.
Le sorprendió que yo quisiera escribir sobre ella y no sobre mi abuelo. Porque él era el librero y en ese momento la atención se centraba más en el hombre.
Brest, un personaje en sí mismo
“Al escribir la historia de Blanche, recorremos también la de Brest, su destrucción y su reconstrucción”. De ahí la obviedad inconsciente para Valérie Millet de hacer “un personaje por derecho propio”. Como indica el subtítulo, “Memoria de una Brestoise adoptada”, los acontecimientos significativos de la vida de Blanche son inseparables de la del país de Brest. Como la redada en La Roche-Maurice el 10 de octubre de 1942, que se llevó a sus padres y la obligó a huir, confiando a su bebé a extraños.
“Redescubriendo a mi madre”
“Nos damos cuenta de que sabemos muy poco sobre nuestros antepasados”, explica Valérie Millet, que escribe sobre todo para los nietos de Blanche. “El libro me permitió redescubrir a mi madre de otra manera”, continúa Jacqueline Millet.
Para contrarrestar las dificultades de su vida, Blanche Le Bris “intentó bailar y reír, porque las oportunidades no llegan solas”, explica la centenaria. A sus 104 años, todavía le gusta entretener a la gente y conocer gente nueva.
Práctico
Dedicatorias de “Blanche, Mémoires d’une Brestoise d’adoption” de Valérie Millet: 30 de noviembre de 10 a 17 horas en Leclerc Plougastel-Daoulas, 6 de diciembre de 10 a 18 horas en Leclerc de Ploudalmézeau, 7 de diciembre de 10 a 18 horas a 13 h en la librería Équilibre du Monde de Saint-Renan, el día 1. Febrero de 14 a 18 horas en Cultura de Brest.
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