Charlie Hebdo celebra su desaparición en un libro conmovedor

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Doce personas perdieron la vida en el atentado de los hermanos Kouachi el 7 de enero de 2015 en París.

AFP

A medida que se acerca el décimo aniversario del atentado islamista que diezmó su redacción, “Charlie Hebdo” rinde homenaje a sus “desaparecidos” en un libro conmovedor, destinado a “hacer mentir a los terroristas” que se regocijaban, el 7 de enero de 2015, por haber “mató” al periódico.

Doce personas perdieron la vida en el ataque de los hermanos Kouachi al semanario satírico, blanco de amenazas yihadistas desde la publicación de caricaturas del profeta Mahoma en 2006.

Entre ellos, ocho miembros de la redacción: los diseñadores Cabu, Charb, Honoré, Tignous y Wolinski, la psiquiatra y psicoanalista Elsa Cayat, el economista Bernard Maris y el corrector Mustapha Ourrad.

“Charlie Liberté, el diario de su vida”, previsto para el 5 de diciembre en Les Echappés, celebra su trabajo a través de una selección de dibujos, textos y testimonios en más de 200 páginas.

Los últimos también están dedicados al antiguo webmaster del semanario, Simon Fieschi, gravemente herido en 2015 y fallecido en octubre a la edad de 40 años, una semana antes de la impresión del libro…

“La idea era hablar de los desaparecidos”, de “lo que hicieron también antes de estar en Charlie” y de “cómo” llegaron hasta allí, explicó Gérard Biard, redactor jefe del periódico.

«Libre»

Para “seguir, de alguna manera, manteniéndolos con vida y mentir a los dos terroristas que, después de cometer su masacre, abandonaron la redacción” gritando “¡Matamos a Charlie Hebdo!”, continúa el periodista.

“No mataron a Charlie Hebdo”, que vende 50.000 ejemplares cada semana, según Gérard Biard.

En cuanto a los desaparecidos, “tampoco están muertos”, ya que su trabajo “no ha envejecido ni un poco”, afirma.

Además de sus creaciones para el semanario de humor corrosivo –desde Maurice y Patapon, el perro y el gato anticapitalistas de Charb, hasta la columna “Charlie Divan” de Elsa Cayat–, el libro vuelve a los primeros bocetos de Cabu, ganador a los 19 años de un concurso para una marca de bolígrafos, la fascinación de Honoré por los animales o el amor de Mustapha Ourrad por la lengua francesa…

Se trata de darle al lector el “deseo de ser libre como era”, explica Riss, el director de “Charlie”, en la introducción del libro.

“No creamos Charlie Hebdo por casualidad”, subraya Biard, recordando que François Cavanna y el profesor Choron la fundaron en 1970 para “escribir y leer allí lo que no podían leer en otros lugares” y eludir la censura de la potencia gaullista. su revista “Hara Kiri”.

“Charlie Liberté” inaugura así las conmemoraciones de los diez años de los atentados de enero de 2015 contra el periódico, un policía de Montrouge y el Hyper Cacher, que dejaron 17 muertos.

Número especial

El semanario también publicará en enero un número especial de 32 páginas que incluirá los mejores dibujos del concurso internacional de caricatura #RiredeDieu que lanzó hasta mediados de diciembre para denunciar “la influencia de todas las religiones” en las libertades.

También recordará la agitación en torno a las caricaturas de Mahoma, origen de manifestaciones violentas en los países musulmanes, publicadas inicialmente en 2005 por el diario danés “Jyllands-Posten” y retomadas por el semanario en 2006.

“Charlie Hebdo” había vuelto a publicar estos dibujos en 2020, “pruebas” en vísperas de la apertura del juicio por los atentados de enero de 2015, así como la portada diseñada en 2006 por Cabu, “deliberadamente malinterpretada” por sus detractores, según Señor Biard.

Esta portada, en la que Mahoma “abrumado por los fundamentalistas” juzga que “es difícil ser amado por idiotas”, aparece en “Charlie Liberté”.

En 2015, una semana después del asesinato, el periódico mostraba al profeta sosteniendo un cartel que decía “Je suis Charlie”, bajo el título “Todo está perdonado”.

¿Charlie se ha autocensurado desde entonces? “Nunca hicimos un dibujo simplemente porque nos divirtiera (…) Hoy, para criticar, para hablar de lo que es la ideología islamista, ya no es necesario dibujar a Mahoma. Todos entendieron que Mahoma era un pretexto” para los terroristas, asegura Gérard Biard.

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