¿De dónde salieron los 2.810 libros recolectados como parte de la proyecto yanoudestinado a facilitar el acceso a la lectura a los internos del Centro penitenciario de Baie-Mahault y el Centro de detención preventiva de Basse-Terre ?
Esta pregunta atormenta a los voluntarios del proyecto desde hace varias semanas.
Libros destruidos, pero ¿por qué?
Lorenza Bourjac, miembro activo del colectivoseñala con el dedo al Servicio Penitenciario de Integración y Libertad Vigilada (SPIP) de Basse-Terre. Según ella, estas obras recogidas gracias a una colecta ciudadana el 8 de junio han desaparecido misteriosamente.
Estas 2.810 libras fueron confiadas al SPIP, precisamente a Nathalie Denorme, su directora, quien aseguró que se distribuirían entre el centro de detención preventiva de Basse-Terre y el centro penitenciario de Baie-Mahault.
Lorenza Bourjac afirma haber relanzado dos veces el SPIP para obtener novedades de la distribución, sin éxito.
El 15 de noviembre, por correo electrónico, Nathalie Denorme me informó que una parte de los libros había sido destruida porque no cumplían los criterios de selección para los lugares de privación de libertad, y que otra parte se consideraba demasiado dañada para ser distribuida. Dijo que el resto fue entregado al centro de detención preventiva de Basse-Terre, pero después de consultar con el director del establecimiento no se recibió ningún libro. Por tanto, supongo que todas las obras fueron destruidas.
El proyecto Yanou pretende hacer de la lectura una herramienta esencial en el proceso de reintegración de los presos. Esta desaparición masiva es un duro golpe para los voluntarios y para aquellos a quienes buscaban ayudar. Ante estas explicaciones consideradas insuficientes, los voluntarios del proyecto Yanou piden al SPIP una mayor transparencia.
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