“Jerusalén 1900. La ciudad santa en la era de las posibilidades”, de Vincent Lemire, Dunod, “Poche”, 336 p., 9,90 €.
“¿Qué es el sionismo?” », de Denis Charbit, nueva edición revisada y ampliada, Espaces libre, “Histoire”, 320 p., 12 €.
“Las ideas de los demás. Compilado idiosincrásicamente para diversión de lectores ociosos”, antología de Simon Leys, Pocket, “Agora”, 160 p., 8 €.
Estas son por supuesto otras fechas. que imaginamos espontáneamente unido al nombre de Jerusalén: 586 a.C. y 70, la destrucción de los dos templos; 30, la crucifixión de Cristo; 1099 y 1187, la toma de la ciudad por los cruzados y luego por Saladino; 1948, la partitura. Añadamos el 4 de octubre de 1806: la entrada del turista Chateaubriand. Pero está en el temperamento del historiador Vincent Lemire, especialista en hidrología jerosolimitana, cruzar los rubicundos historiográficos.
Está hecho con Jerusalén 1900. Apoyada por una solicitud masiva de archivos municipales otomanos inéditos, la Ciudad Santa de repente se parece más a una capital europea que a su imagen tradicional de un rincón olvidado de Palestina, adormecido y despoblado. Lemire lo aborda posición tras posición. Rompe así el mito de una ciudad registrada en cuatro barrios sellados (judío, musulmán, cristiano, armenio), mostrando que allí la diversidad era importante y que el papel creciente de la Jerusalén moderna, extramuros, desempeñaba un papel demográfico decisivo. Analizando la dimensión poética, incluso fantástica, de una ciudad de tinta y papel donde encontramos lo que vinimos a buscar, una ciudad de engaños arqueológicos, destaca, por el contrario, la actividad municipal, la seriedad empresarial y la importancia política y administrativa de una ciudad que depende directamente de Estambul. Así aparece al final de este libro, entre 1880 y 1920, el período electo y pacífico de una ciudad que su condición deeje del mundo y el corazón ardiente del monoteísmo abrahámico constantemente pone a nuestro alcance tensiones bélicas y exclusivismo religioso.
Actualmentedonde el término “sionismo” se limita a ser una norma o un insulto, y cada vez más difícil un objeto de reflexión historiográfica o de meditación religiosa, la lectura de ¿Qué es el sionismo?de Denis Charbit, resulta valioso. Que data de 1890, de origen alemán (zionismo), en conexión directa con el trauma de los pogromos europeos y la ola masiva de emigración a Estados Unidos, el sionismo, impulsado por el escritor y periodista austriaco Theodor Herzl (1860-1904) intentó, en principio, el alineamiento de los planetas: es decir de la lengua (retorno a la lengua y la cultura hebreas), de la tierra (la “Sión” de los antepasados y patriarcas) y la creación de una democracia-refugio, de un Estado protector para cada judío. Denis Charbit detalla esta visión con precisión y nos permite considerar metódicamente la cuestión sionista. El capítulo más cautivador es sin duda la presentación de las diferentes concepciones del sionismo, desde la mística y espiritual (Ahad Ha’am) hasta el estatismo de Jabotinsky y Ben Gurion, pasando por el “Sionismo ético” del filósofo Martín Buber.
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