¿De qué se trata?
Tres mujeres, tres gritos que todos se niegan a escuchar.
Ramla, Hindu y Safira, víctimas de costumbres, en particular del matrimonio forzado. El autor nos lleva al norte de Camerún para descubrir su destino, haciéndoles hablar por turno:
Ramla, estudiosa, quiere ser farmacéutica. Aunque está enamorada de Aminou, con quien se suponía que se casaría, se ve obligada a casarse con el rico Alhadji.
Hindou, la hermana de Ramla, es el ejemplo a seguir: siempre ha mostrado paciencia hasta el momento en que su padre se la promete al violento Mubarak, su primo. Sólo el hinduismo encarna y refleja la imagen de la mujer maltratada.
Safira, esposa de Alhadji durante veinte años, tuvo suerte de vivir en un hogar monógamo. Esto, justo antes de la llegada de Ramla, la segunda esposa de Alhadji. Safira hará todo lo posible para repudiar a Ramla, jugándole una mala pasada, ella poco a poco desciende al vicio.
Los tres están vinculados, confrontan tradiciones familiares y religiosas y encarnan entre ellas el sufrimiento que soportan todas las mujeres.
¿Por qué leer este libro?
La historia polifónica:
Me gustó mucho el hecho de que era una historia con múltiples voces. Esto le permitirá descubrir otro punto de vista totalmente diferente. Encontramos este aspecto en particular en las historias de Ramla y Safira. Al principio tenemos acceso al de Ramla, el resto del cual sólo lo conoceremos a través de Safira.
Los temas cubiertos:
Al abordar el tema del matrimonio forzado, Djaïli Amadou Amal toca inevitablemente otros temas como la poligamia, la violencia o la violación. Lo fascinante de este libro es la forma en que el autor nos sumerge en el corazón de la concesión y nos hace experimentar el sistema polígamo desde dentro. Ningún tema es evacuado y ciertas escenas son crudas hasta el punto de congelarnos a los lectores. Pero es el objetivo de la autora el que hace palpable la violencia que sufren las mujeres, una violencia que no sólo es provocada por los hombres sino que se perpetúa entre mujeres en una misma concesión, como dice la tía de Safira en la página 182. : “no hay peor enemigo para una mujer que otra mujer”.
No hay hermandad entre mujeres:
Lo que me llamó la atención del libro fue la ausencia de solidaridad entre las mujeres. En lugar de unirse, se fracturan para permitir que el desdén y los celos se ciernen entre ellos.
Encuentro que la autora dibuja con notable precisión todas las formas de violencia, violencia que ella también sufrió; lo que sugiere una huella autobiográfica en el libro. Creo que es realmente necesario leer este libro porque, lamentablemente, con demasiada frecuencia, el matrimonio forzado y sus consecuencias perjudiciales para las mujeres no se toman lo suficientemente en serio.. Los impacientesrepresenta en este sentido, un retrato completo de la sociedad camerunesa (pero no sólo) de hombres que hacen la vista gorda ante mujeres que perpetúan tradiciones, pero también tabúes como la violación.