En el taller situado en la calle Jean-Macé, en Roanne, Nicolas Nevers, presidente de la asociación Graphein Pallas, empuña un martillo. Atasca los cuadernos en el tornillo de banco. En el fondo de sus ojos podemos sentir esta pequeña llama, la de todos los entusiastas que un día descubrieron la exigente magia de la artesanía artística.
La asociación acoge a estudiantes de 27 a 92 años.
“Esa es una máquina de respaldo”, explica el presidente. Cuando hacemos un libro, es recto, aquí hacemos el lomo, el redondeo del libro. » El gesto es fuerte, pero preciso. Nicolas Nevers da forma a las hojas del cuaderno tomadas en el torno. “Es un virus vinculante”, sonríe.
Un buen virus que su asociación ya ha transmitido a una quincena de personas que visitan habitualmente la fábrica de Graphein Pallas. “No hay edad para venir a nosotros”, afirma el presidente. En efecto, la más joven, Mathilde, tiene 27 años y la mayor casi 93, pero todos están unidos, conectados, nos atrevemos a decir, por el amor a los libros y al trabajo manual porque, en Graphein Pallas, se pueden abordar todas las técnicas: desde la encuadernación tradicional. hasta la encuadernación contemporánea, desde la creación de una sencilla cubierta hasta una en piel, pasando por lienzo o media tela, sin olvidar el dorado.
“También podemos hacer decorados y estructuras. Eso es la encuadernación: una vez que empiezas, no puedes parar”, argumenta Nicolas Nevers, observando el trabajo de Mathilde, la más joven ocupada detrás de la costurera. “El libro llega en cuadernos, estiramos las cintas sobre un marco de madera llamado costura”, explica el presidente. Estas cintas nos sirven de soporte para coser, tomamos los cuadernos uno detrás de otro y, con hilo de lino, introducimos dentro del cuaderno luego rodeamos la cinta con el hilo. Repetimos la operación para todos los cuadernos y cuando hayamos terminado cortamos las cintas. » Una operación que garantiza una longevidad mucho mayor de la obra y que se mantiene desde la Edad Media.
Nervios y bultos
Sobre este punto, el presidente aporta una aclaración histórica: “Los monjes de la Edad Media no cosían cintas, sino tendones de buey. Hoy en día, las cintas permiten tener lomos lisos, lo que no ocurría con los libros de los monjes que, aunque intentaban que los lomos fueran lo más lisos posible, todavía tenían protuberancias que por este motivo llamamos nervios. »
Hoy en día, cuando un encuadernador quiere encontrar esa apariencia de “libro viejo”, con nervios, hace trampa haciendo un lomo liso sobre el que coloca una cartulina del ancho del lomo sobre la que se pegan trozos de cuero.
Además de estas encuadernaciones tradicionales, en su fabricación también se utilizan técnicas más contemporáneas. Nicolas Nevers señala una funda rosa colocada sobre la mesa de trabajo que puede acoger hasta seis estudiantes: “Esta se llama encuadernación cruzada. Es completamente diferente, hay un lomo, una cubierta y un lomo unidos por un hilo que hace la cubierta y los cuadernos se cosen sobre este hilo. »
Exposiciones nacionales e internacionales.
Graphein Pallas también participa en exposiciones nacionales e internacionales, en particular a través de eventos organizados por la asociación ARA, que nació en Francia antes de extenderse al extranjero. “Siempre hay temas impuestos y estudiantes que quieren participar”, subraya el presidente.
Otras asociaciones organizan este tipo de exposiciones, como en septiembre de este año en Saint Remy-de-Chevreuse, en Yvelines, en la que participaron tres miembros de Graphein Pallas. El evento reunió a 280 participantes y tuvo como tema Vuelo nocturnode Saint-Exupéry. En enero, Graphein Pallas tiene intención de participar en la exposición Poesíaen Suiza. “También tenemos libros en miniatura para encuadernar para una exposición en Canadá, en 2025 y en 2026 participaremos en otra, Mitosen París”, concluye Nicolas Nevers.
Práctico. Clases los lunes por la tarde, lunes por la noche, jueves por la tarde y viernes por la tarde. 14 rue Jean Macé, 42300 Roanne [email protected]/06.33.00.13.33.