Fue en la acogedora librería La Mousson, este sábado 9 de noviembre, donde Alexandrine Loubet invitó a los lectores a un encuentro en torno a su última obra. El susurro de los ancestros publicado por Cairn. Desde las primeras páginas, este libro es unánime: lectores, seres queridos y desconocidos que encuentra en la calle o en las redes, todos parecen haber adoptado este trabajo de sinceridad desarmante. “Me sorprende ver una acogida tan cálida. No imaginaba hasta qué punto conmovería a tanta gente. La gente me dice: “Gracias”, y eso me conmueve enormemente”, confiesa Alexandrine Loubet, muy conmovida por la visita. Comentarios entusiastas. Su historia, profundamente arraigada en las raíces de la región, describe la vida, los paisajes y, sobre todo, los “pequeños de la nada” que, para ella, constituyen la verdadera alma del territorio. Entre ellos, personajes conmovedores como “Guy el pastor en un carro”, personajes cotidianos que quizás nunca aparecerán en los libros de historia, pero que, para el autor, simbolizan la grandeza de la sencillez. “Es una gran declaración de ternura hacia nuestro territorio de Ariège. Me refiero a nuestras raíces, a los magníficos paisajes de Cominac donde mi padre me transmitió su amor por la tierra. Son estas pequeñas cosas cotidianas, estos encuentros auténticos los que lo dan todo. la fuerza de mi libro.” El éxito del libro se debe en parte al estilo de Alexandrine Loubet, una escritura sencilla, impregnada de dulzura y autenticidad. Su enfoque sincero resuena poderosamente entre sus lectores quienes, más allá de las palabras, encuentran su propia historia. “Creo que la gente se identifica con ello, porque simplemente vengo tal como soy, sin intentar predicar ni dar lecciones”, concluye Alexandrine. Un libro fresco y chispeante, como un manantial de Ariège, que brota de los graneros de Cominac.
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