Durante más de 20 años Rachel Cusk, de vuelta con Desfilese ha consolidado como una de las voces más singulares de la literatura anglosajona.
Su bibliografía combina novelas y ensayos autobiográficostanto es así que hoy estos materiales literarios ya no parecen ser uno solo en sus últimos títulos, como ocurre en Desfilenovela experimental que se presenta en múltiples formas. la figura del artista tanto en su relación con su arte como con su vida, sus seres queridos, sus impulsos y sus sentimientos, nombrando todas sus figuras con la misma inicial, G., pero representadas a través de diversos cuerpos, géneros y campos artísticos. Conocemos a un pintor contemporáneo que pinta. su mundo al revésun artista negro cuyo color parece determinar su lugar en el mundo del arte, un pintor de finales del siglo XIX, un artista abrumado por la maternidad, un cineasta que sueña “de la invisibilidad autoral”. Tantas encarnaciones ofrecidas a la mirada escrutadora del narrador, que imaginamos como una proyección de Rachel Cusk, tantos soportes ficticios para desplegar una reflexión sobre arte y generopero también sobre la esposa del artista o la muerte de los padres.
“Cuando conoció a sus compañeros varones, los vio libres y a ella misma encadenada”. deplora a G. la madre del artista, mientras que la primera historia se centra en la esposa de G. el pintor, desarrollando sentimientos ambiguos en cuanto a lo que ella considera ser “su obligación con el talento” de su marido. Un desfile es al mismo tiempo un desfile de encarnaciones posibles, una manifestación ostentosa (del acto de representar la figura del artista), una acción defensiva en francés, una mascarada en ingles. Tantos caminos toma Rachel Cusk para explorar el ser artista en esta nueva obra, dura pero emocionante.
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