A los demonios de medianoche a veces les falta inspiración. En la noche de Halloween, desprovistas de todo sentido cívico, algunos se sintieron visiblemente tocados por el maligno. En lugar de tocar el timbre para conseguir algunas delicias, estos “secuaces de Satán” tuvieron la oscura idea de destrozar el mobiliario urbano del bulevar Victor-Hugo en Digne-les-Bains. Más precisamente, prender fuego descaradamente a unos cuantos cubos de basura (sin gravedad) y, sobre todo, a una caja de libros utilizada a diario. Que quedó literalmente reducido a cenizas, para gran consternación de sus numerosos usuarios…
Christine, que solía dejar libros allí, lamentó “este acto despreciable. Una indescriptible quema de libros que penaliza a sus usuarios“La misma historia con Jean, vecino del barrio, lo siento de frente”.este lamentable espectáculo. Quiero que los jóvenes se diviertan, pero ¿cuál es el punto? Aunque no sea el fin del mundo, es un pedacito de cultura que estamos destruyendo…“Un puente entre las personas y las letras. Que cada uno pudiera pedir prestado a su antojo. Sin gastar un solo céntimo. Desgraciadamente, hoy no es más que un recuerdo.
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