“Sombras blancas” de Dominique Fortier leído por la traductora Louise Mulheim – Libération

“Sombras blancas” de Dominique Fortier leído por la traductora Louise Mulheim – Libération
Descriptive text here
-

librería emergente

Artículo reservado para suscriptores.

El cuaderno Livres de Libécarpetas

Cada semana, un lector revisa un favorito. Hoy, un trabajo sobre la poeta Emily Dickinson y su séquito femenino.

Para escribir a Emily Dickinson, hay que escribir a quienes formaron parte de su vida… y de su muerte. La descubrí por primera vez en la clase de preparación literaria, fascinada por sus poemas esponjosos y cegadores como la nieve, rodeada de jóvenes brillantes y atrevidas. Años más tarde, fue gracias a uno de ellos que descubrí a Emily por segunda vez, en la Casa de la Poesía, a través de una lectura del Sombras blancas Por Dominique Fortier. La autora cuenta tan bien el destino único de la poeta que ella también se convierte en uno. Sus escritos oscilan en una delgada línea entre lo real y la verdad, la imaginación y la invención. “Los poemas de Emily son lo contrario de una línea recta –un laberinto, el vuelo de una abeja– al mismo tiempo que van directos a su meta, como la flecha a su objetivo, que son al mismo tiempo la flecha, el objetivo, la mano que dispara y el aire partido por la punta del acero.

Susan, su cuñada y sin duda su amante

En su novela, Dominique Fortier habla por primera vez de Lavinia, que cuidó de su hijo mayor toda su vida y que, por las circunstancias, no quema sus poemas, ignorando sus instrucciones post mortem. Luego nos habla de Susan, su cuñada y sin duda su amante, que desde entonces vive con su fantasma devastada por el luto. Entonces Mabel, la amante de su hermano, realiza un minucioso trabajo de edición descifrando sus escritos para intentar en vano darles sentido. Finalmente Millicent, la hija de Mabel, una niña traviesa y brillante que leyó a Emily. “en el

-

NEXT Autor de dos libros a los 19 años, Louis Lefèvre utiliza las palabras para curar